Destacadas figuras del independentismo catalán han tachado a Podemos de secta, racista, supremacista y falangista por su posicionamiento contrario a que el PSOE haya acordado con Junts que la Generalitat ejerza competencias sobre inmigración en Cataluña.
Josep Lluís Alay, jefe de la oficina de Carles Puigdemont, ha tachado a Irene Montero de «otra de la secta racista anticatalana» porque la exministra ha defendido en la red social X que los votos de su partido, Podemos, «son para conquistar derechos, no para que los acuerdos del PSOE con Junts abran la puerta al racismo. Ningún ser humano es ilegal».
El exdiputado de la CUP Antonio Baños ha sido de los más activos. Ha comentado el mensaje de Montero dedicándole varios insultos: «Junts no gobierna, mema. Que fue ministra con Marlaska, con Margarita Robles, y calladita mientras te hacían photocalls. ¿Qué pasa? ¿Que las deportaciones de Madrid son más de izquierdas, falangista?». Baños ha insistido en la idea, considerando a Podemos «estos falangistas» y colgándoles el sobrenombre «Podemos de Malasaña y de las Jons».
Por su parte, el exdirigente de Podem Catalunya Albano-Dante Fachín ha reaccionado contra el hecho de que la formación que ahora lidera Ione Belarra considere un «pacto racista» el acuerdo del PSOE y Junts para la cesión de competencias, ya que Belarra acusa a Junts de adoptar posturas parecidas a las de Aliança Catalana.
«Prefieren que lo gestione un español (aunque sea de Vox) a que lo gestione un catalán (sea del partido que sea). Racismo y supremacismo españolista«, ha concluido el exdiputado en el Parlamento de Cataluña.