Si no hay cambios de última hora, a mediados de la próxima semana cinco partidos de la oposición en Ripoll registrarán una moción de censura contra la alcaldesa Sílvia Orriols, de Aliança Catalana, según ha informado El 9 Nou. En un plazo de diez días hábiles, se convocará un pleno municipal extraordinario para debatir y votar la propuesta. La candidata para sustituir a Orriols es Maria Bofarull, independiente y número tres de la lista de Junts per Ripoll.
El actual gobierno local, formado en 2023 por seis concejales de Aliança Catalana, ha gobernado durante unos dos años. El nuevo gobierno alternativo estaría integrado por seis concejales de Junts y ERC y podría contar también con Som-hi Ripoll, partido surgido de una escisión de Junts. A pesar de apoyar la moción, el PSC y Alternativa per Ripoll-CUP podrían quedar fuera del gobierno municipal.
La moción de censura descarta el escenario en el que los presupuestos de Aliança Catalana para 2025 se aprobaran automáticamente y deja dos opciones: un nuevo gobierno alternativo con dificultades para implementar sus políticas en solo dos años o el retorno de Orriols con mayoría absoluta en las elecciones municipales de 2027.
La actual alcaldesa ha vinculado los presupuestos a una cuestión de confianza y ya ha iniciado una precampaña de cara a los comicios de 2027. Como diputada en el Parlament, Orriols ha aprovechado varias intervenciones para referirse a Ripoll, criticando las prioridades de gasto de la Generalitat y enfrentándose al presidente Salvador Illa.
En cuanto a la configuración del futuro gobierno, hay dos opciones: un ejecutivo formado por cuatro o cinco partidos bajo el liderazgo de Maria Bofarull o un gobierno de tres partidos con el apoyo externo de dos más. El PSC y la CUP podrían preferir permanecer en la oposición para mantener su propia estrategia política.
Joaquim Colomer, de Som-hi Ripoll, podría integrarse en el gobierno con varios incentivos, como un mayor impacto político y la posibilidad de ocupar un cargo destacado en el consistorio. No obstante, debería superar la desconfianza de Junts, partido del que se escindió.