El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado provisionalmente la modificación de la ordenanza fiscal que regula el recargo de la ciudad sobre el Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos -conocido como tasa turística- para incrementarlo de los 3,25 euros actuales hasta los 4 euros. El incremento del recargo supondrá una recaudación de 20 millones de euros anuales más. A la espera de que el plenario apruebe definitivamente el incremento después del verano, PSC, Junts, BComú y ERC han votado a favor de la aprobación provisional. PP y Vox han votado en contra.
El teniente de alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo, Jordi Valls, ha pedido a la Generalitat eliminar el tope legal que, por ahora, limita el recargo municipal. En su intervención, Valls ha subrayado «que el turista es un ciudadano temporal que hace un uso intensivo de los servicios públicos y, por lo tanto, con su contribución tiene que financiar la limpieza, la seguridad, el alumbrado o el transporte público y ayudar a mantener la calidad de los servicios». Valls ha explicado que estos recursos también servirán para financiar el Plan de Espacios de Gran Afluencia (EGA), que tienen como objetivo «generar más convivencia para que la actividad turística no expulse a la actividad cotidiana en los barrios».
Valls también ha lamentado que a pesar del apoyo mayoritario que hoy ha recibido la propuesta, no se aprobara cuando se presentó ahora hace nueve meses con las ordenanzas fiscales y ha considerado que «hemos perdido nueve meses».