Greenpeace alerta de tramos de la costa catalana «en muy mal estado» y del efecto de la turistificación

La entidad apunta que las playas de Barcelona son de las más perjudicadas por el turismo y de los riesgos derivados de la meteorología en las comarcas gerundenses

Turistes a Barcelona

Greenpeace ha alertado de que hay tramos de la costa catalana «en muy mal estado» por las barreras artificiales y la erosión que provocan los eventos meteorológicos extremos. Además, ha aseverado que la turistificación afecta «severamente» a la costa catalana, especialmente en Barcelona, ​​según consta en un nuevo informe que analiza la situación del litoral español. En el caso de Cataluña, constata que playas y paseos marítimos desaparecen con cada temporal y apunta que la subida del nivel del mar estimada para 2030 afectará a extensas zonas de la costa, recoge la ACN. En este sentido, recuerda que existe un 15% de la superficie urbanizada que está en zona inundable, sea marítima o fluvial, lo que incrementa el riesgo durante las lluvias torrenciales.

El informe Crisis a Toda Costa 2024. Análisis de la situación del litoral ante los riesgos de la emergencia climática hace una radiografía del estado de los más de 8.000 kilómetros de costa española. Una de las principales conclusiones es que no existe ninguna región costera que no esté expuesta a riesgos por exceso de urbanización e infraestructuras, contaminación, construcción de barreras artificiales o el soterramiento y desvío de cursos fluviales. Todo ello ha provocado «desequilibrios» que se traducen en el retroceso y pérdida de playas, y, con ellas, su función de barrera protectora. Esto, alerta la entidad, supone un riesgo para millones de personas residentes en el litoral. Añade que la turistificación es otra «mala práctica» que está «acosando» a muchas ciudades españolas y apunta especialmente a Barcelona, ​​Palma y Valencia.

Greenpeace ha reflexionado que a estas malas prácticas debe sumarse el cambio climático y realidades como la subida del nivel del mar, el aumento en la frecuencia e intensidad de los acontecimientos meteorológicos extremos, el incremento constante de la temperatura del mar y la pérdida de oxígeno disuelto en el agua.

En concreto, la subida del nivel del mar, según previsiones de la NASA, va a provocar la pérdida de playas. El informe apunta que para 2030 se esperan impactos muy graves en la costa de Barcelona, ​​Vigo, La Coruña, Villagarcía, Almería, Málaga, Cádiz o Santander, entre otros. En este sentido, asegura que para finales de siglo el mar se habrá comido más de 70 metros en Barcelona.

Por otra parte, entre las zonas más afectadas por eventos meteorológicos extremos apunta a las comarcas gerundenses, puesto que es una de las zonas con más de 15.000 viviendas en zonas inundables.

Ante esta situación, Greenpeace ha afirmado que es urgente actuar para hacer frente a estos riesgos y ha asegurado que solo con una reducción moderada de las emisiones de gases de efecto invernadero se podría evitar el 40% del retroceso de las playas en todo el mundo.

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