El Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil ha abierto diligencias de investigación penal en un centro de desguace de l’Aldea (Tarragona) por supuestos delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. Los agentes investigaban desde hace meses las instalaciones después de detectar irregularidades en el desguace de vehículos inservibles y dados de baja.
Una peritación oficial certificó una gestión «deficiente», tanto física como documental, de gases fluorados utilizados en los aires acondicionados de los vehículos. El Seprona documentó un desfase entre la cantidad de gases declarada y los extraídos. La peritación de la unidad científico-técnica UCOMA, que apoya en el cuerpo, concluyó que se habían emitido 2.500 toneladas de CO₂ a la atmósfera.
Según la peritación de la UCOMA, además, en la mayoría de casos el protocolo de extracción de gases había estado inexistente. En este sentido, el Seprona apunta que la tarea de descontaminación de los vehículos exige un protocolo específico por el cual los coches tienen que quedar libre de todo tipo de fluido. Según la normativa, al final de su vida útil es obligación del centro de desguace recuperar los gases acumulados en bombonas para su almacenamiento y comunicarlo a la autoridad competente en materia de residuos de la Generalitat, tanto la cantidad recuperada, como el destino y su gestión.
En este sentido, recuerdan que las emisiones de gases de los aires acondicionados pueden afectar gravemente la capa de ozono e incrementan la cantidad de CO₂ emitida a la atmósfera, favoreciendo el calentamiento global. Por esta razón, recuerda el Seprona, tienen la condición de gases peligrosos y se exige, por normativa, un protocolo y cura en su tratamiento y extracción. Las diligencias abiertas contra el establecimiento y sus dos responsables han sido remitidas al juzgado de guardia de Tortosa (Tarragona).