El funeral del papa Francisco ha llenado la plaza de San Pedro del Vaticano, recordando su compromiso constante con la paz y la construcción de puentes. El cardenal Giovanni Battista Re ha destacado su influencia profunda en mentes y corazones y su imagen de proximidad y serenidad hasta los últimos momentos.
A pesar de sus graves problemas de salud, Francisco quiso despedirse dando la bendición de Pascua, manteniéndose fiel a su misión de una Iglesia abierta a todos. El cardenal Battista Re ha resaltado la sensibilidad social, el carisma humano y la defensa de los más pobres y desfavorecidos.
La homilía ha subrayado los numerosos gestos a favor de los refugiados y los marginados, destacando su primer viaje a Lampedusa y su histórica visita a Irak en 2021. Battista Re ha pedido que el papa Francisco, desde el cielo, siga bendiciendo a la Iglesia y al mundo.
Más de 150 delegaciones de todo el mundo, incluyendo jefes de Estado y líderes políticos como Donald Trump, Volodímir Zelenski, Emmanuel Macron y Javier Milei, han asistido a la ceremonia. El funeral ha contado con un séquito fúnebre que ha salido del Vaticano hacia Santa María la Mayor, donde se ha celebrado el rito de inhumación privado.
La muerte de Francisco inició un largo proceso de despedida que incluía su exposición pública en la basílica de San Pedro, donde más de 250.000 personas han pasado por su capilla ardiente. El Papa quiso una ceremonia sencilla, con su cuerpo vestido de manera humilde y reposando lejos de la tumba habitual de los papas.