Indignación convergente con ‘Parenostre’: la ‘traición’ de Toni Soler y Tatxo Benet

Minoria Absoluta y Mediapro, dirigidas por Soler y Benet, respectivamente, recibieron contratos de la administración de Artur Mas

Una imagen de la película 'Parenostre' (Cedida a la ACN por Filmax)

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ya no existe, pero todavía quedan muchos convergentes. Jordi Pujol, que tiene 94 años, está retirado desde el año 2003 de la política activa, pero todavía quedan muchos pujolistas que le han perdonado la confesión de la herencia del dinero en el extranjero de su padre Florenci –gestionada y engordada por su hijo primogénito Jordi Pujol Jr.– y que lo echan de menos.

Convergentes y pujolistas echan humo estos días, a raíz del estreno de la película Parenostre, una coproducción de Minoria Absoluta (Toni Soler), Vilaüt Films y Lastor Media, generosamente subvencionada por el gobierno de ERC de Pere Aragonès. Se trata de un biopic sobre Jordi Pujol y, en concreto, sobre el impacto que tuvo en el expresidente y su familia la revelación periodística del diario El Mundo, en 2014, de que tenían una fortuna escondida en Andorra.

Estrenada este 16 de abril pasado, la crítica cinematográfica ha resaltado la gran interpretación que hacen Josep Maria Pou, en el papel de Jordi Pujol, y Carme Sansa, que da vida a Marta Ferrusola. Pero el hecho de que Parenostre retrate la fortuna y las corruptelas del clan Pujol ha provocado un gran malestar –expresado en artículos en la prensa y a través de las redes sociales– entre los admiradores y acérrimos partidarios del expresidente de la Generalitat, que lo consideran víctima de una campaña de descrédito orquestada por las cloacas del Estado.

Lo que también duele en los círculos pujolistas es la participación activa en este asesinato fílmico del padre padrone del nacionalismo catalán de personas y profesionales que, en el pasado, recibieron abundantes y generosos favores de la administración convergente. Toni Soler, promotor y guionista de la película, es el propietario de la productora Minoria Absoluta (Polònia), que, pese a su afinidad política con ERC, recibió importantes contratos de TV3 durante la presidencia de Artur Mas.

El hecho de que Parenostre se haya rodado en los estudios de Mediapro, la empresa fundada por Jaume Roures y que ahora preside Tatxo Benet, también provoca malestar. Y es que Mediapro ha podido construir su emporio internacional gracias, en gran parte, a los innumerables contratos multimillonarios que ha recibido de TV3, en especial en la etapa en la que estaba controlada por Convergència. El director de la película es Manuel Huerga, un profesional de la factoría Mediapro.

La «traición» de Toni Soler y Tatxo Benet a la figura de Jordi Pujol y a CDC, a los que deben tanto, es el trasfondo que todavía da más morbo a Parenostre, una película catártica e insólita.

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