No es habitual ni parece tener una explicación sencilla ni única que la directiva del Barça haya decidido hacer una segunda tanda de venta de entradas para la final de la Copa del Rey del próximo 26 de abril, en el estadio de La Cartuja de Sevilla, para las 2.016 entradas que finalmente no han sido adquiridas por los socios y las peñas favorecidos en el sorteo del pasado 10 de abril.
Las razones por las que no se ha adquirido el 9,1% de las localidades no son claras. Puede ser que la suma del coste de la entrada y los gastos de desplazamiento, ciertamente elevados, haya influido en esta decisión o quizás la amenaza de que las entradas en formato digital no sean transferibles entre dispositivos haya disuadido a algunos de los afortunados en el sorteo que planeaban ponerlas en circulación en los canales de reventa.
Desde el club no se han filtrado las posibles causas de este escenario sorprendente, ya que se registraron 10.703 peticiones para la final de la Copa del Rey, solicitando 25.273 entradas mientras que las peñas pidieron 4.648, sumando un total de 29.921 entre ambos colectivos. Que no se hayan adquirido 2.016 de las 22.126 entradas asignadas no deja de ser un problema de cierta magnitud, resuelto por la directiva de una manera también peculiar con una segunda convocatoria a base de nuevas solicitudes, aunque esta vez sin la previsión de hacer un sorteo en caso de que la demanda supere la oferta.
La directiva ha decidido asignar este nuevo cupo de 2.016 (1.532 provenientes de las destinadas a socios y 574 de las peñas), a los socios que ya participaron en el primer proceso y no resultaron favorecidos en el sorteo. Para obtenerlas deben renovar la solicitud a través de la web oficial del club desde las 12:00 horas de este sábado 19 de abril hasta las 11:00 del martes siguiente, día 22 de abril, es decir, a cuatro días de la final, y se asignarán según explica la web del club por estricto orden de solicitud. La decisión de prolongar durante cuatro días la reasignación, junto con la de no haberla practicado directamente a otras tantas solicitudes mediante un segundo sorteo entre los no afortunados, solo se puede explicar por el temor de que se reproduzca este mismo fenómeno de rechazo a última hora.
La sensación es que, por los motivos que sean, la directiva ha detectado un cierto enfriamiento de cara a este acontecimiento, quizá también por el efecto de la perspectiva de jugar una final de la Champions diez años después de la de Berlín, también en suelo alemán, el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich. Para los socios sin disponibilidad de recursos para viajar con el equipo a ambas finales puede haber prevalecido la decisión de reservar el presupuesto para Múnich. En ambos casos, sin embargo, siendo las fechas escogidas las de un sábado, deberían haber producido el efecto de una respuesta más multitudinaria.
Otros analistas, ante esta realidad que ya se notó en finales de Copa del Rey anteriores, apuntan que el tejido social del club, aún por el efecto de la afiliación libre y universal entre los años 2004 y 2010 bajo la presidencia del primer mandato de Laporta, está integrado por una mayoría de abonados que, sobre todo, utilizan su valioso asiento y el derecho a optar a las finales con fines lucrativos, como refuerzo y complemento de sus ingresos a través de los muchos canales de reventa a su disposición.
Precisamente las últimas finales de Copa de la era Messi revelaron que solo con la base de los socios no se conseguía cubrir el aforo adjudicado al Barça y que solo acudiendo a los peñistas se compensaba esta regresión cuando la demanda vía reventa se fue reduciendo debido a las contramedidas adoptadas en su día por las directivas de Rosell y Bartomeu.
Igualmente, teniendo en cuenta que con Laporta se ha satisfecho seguro la voracidad de las agencias oficiales, el conducto más invisible y legal para este tipo de fraude, la posibilidad de que al final sobran entradas para La Cartuja, en contraste con la pasión y el atractivo que ha despertado el equipo liderado por Lamine Yamal, es motivo de preocupación sobre dónde radica el verdadero barcelonismo si se confirma que el socio ha vuelto a fallar en la cancha. una cita tan importante teniendo como rival al Real Madrid.