Estados Unidos no puede actuar de manera arbitraria, el bullying unilateral no puede desafiar al torrente multilateral

El 10 de abril de 2025, la Organización Mundial del Comercio (OMC) celebró su 30 aniversario en Ginebra. Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC, alentó a los miembros a valorar la plataforma de la OMC, promoviendo el desarrollo y la seguridad a través del comercio y avanzando en las reformas de la organización con enfoques innovadores. Sin embargo, el mismo día, al otro lado del océano, las prácticas de bullying unilateral se desataban con impunidad: el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) anunció un aumento adicional en las tarifas arancelarias sobre los productos chinos importados a EE.UU. Como respuesta inmediata, China adoptó contramedidas firmes y detalló su postura con claridad. A continuación, haré un análisis desde las siguientes perspectivas para ver la esencia detrás de los hechos junto con los lectores, interpretando las posturas chinas.

I. La hegemonía estadounidense desestabiliza al mundo, y las armas arancelarias acaban siendo un bumerán. Bajo el disfraz de «equidad» y «justicia», los EE.UU. promueven un juego de suma cero que, en esencia, busca el «América primero» y el «trato especial para los EE.UU.», con la finalidad de subvertir el orden económico y comercial internacional existente mediante aranceles. La intención es poner los intereses de los EE.UU. por encima del bien común internacional, sacrificando los intereses legítimos de otros países en nombre de los intereses hegemónicos de los EE.UU., cortando artificialmente las cadenas globales industriales y de suministro ya existentes y maduras y rompiendo las reglas del comercio libre orientado al mercado. Esto interfiere gravemente en el desarrollo económico de los países y afecta al crecimiento económico mundial estable y sostenido, siendo rechazado por la comunidad internacional, además de generar una fuerte oposición dentro de los EE.UU.

La escalada de tarifas estadounidenses sobre China se ha convertido en un juego de cifras que, desde el punto de vista económico, carece de significado real y sólo sirve para exponer aún más la instrumentalización y armamentización de los aranceles por parte de EE.UU., que emplea tácticas de bullying y coerción, lo que ha provocado que se convierta en objeto de burla. Si los EE.UU. continúan con este juego de cifras arancelarias, China lo ignorará. Sin embargo, si los EE.UU. persisten en perjudicar sustancialmente los derechos de China, China responderá de manera decidida y continuará hasta el final.

II. Reconocer la naturaleza de una relación económica y comercial mutuamente beneficiosa y de ganancias compartidas, y resolver las diferencias mediante el diálogo igualitario. Recientemente, China ha publicado el libro blanco titulado La posición de China sobre algunas cuestiones relativas a las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos, aclarando los hechos de las relaciones económicas y comerciales entre ambos países y explicando de manera sistemática la postura política de China sobre este tema. Las relaciones económicas y comerciales entre China y EE.UU. son una parte importante de la relación bilateral. Como el país en desarrollo más grande y el país desarrollado más grande del mundo, China y EE.UU. tienen una gran complementariedad en áreas como los recursos naturales, los recursos humanos, el mercado, el capital y la tecnología, lo que permite conseguir un beneficio mutuo. Las relaciones económicas y comerciales entre ambos países son de gran importancia para ambos, así como para la estabilidad y el desarrollo económico global.

La esencia de estas relaciones consiste en el beneficio mutuo y las ganancias compartidas. Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y EE.UU. en 1979, el comercio bilateral ha crecido de menos de 2,5 mil millones de dólares a casi 688,3 mil millones de dólares en 2024. La inversión bilateral ha superado los 260 mil millones de dólares. Los campos de cooperación entre China y EE.UU. se han ampliado y el nivel se ha elevado, lo que ha supuesto importantes contribuciones al desarrollo económico y social de ambos países y al bienestar de sus pueblos. Los logros de ambos países no son una amenaza, sino una oportunidad. Dado que ambos países están en diferentes etapas de desarrollo y tienen distintos sistemas económicos, las diferencias y fricciones en el comercio son normales, y es clave respetar los intereses y preocupaciones fundamentales de cada uno y resolver las diferencias a través del diálogo igualitario.

III. El superávit nunca ha sido un objetivo, y la verdadera esencia es la complementariedad y el beneficio mutuo. En las relaciones comerciales internacionales, los países intercambian productos basados en sus ventajas comparativas, consiguiendo su propio valor, satisfaciendo necesidades mutuas y promoviendo el desarrollo conjunto. El saldo comercial de bienes entre China y EE.UU. es tanto una consecuencia inevitable de los problemas estructurales de la economía estadounidense como el resultado de las ventajas comparativas de ambos países y la división internacional del trabajo. China no busca deliberadamente el superávit, de hecho, la relación del superávit de cuenta corriente de China con el Producto Interior Bruto (PIB) ha caído del 9,9% en 2007 al 2,2% en 2024.

Una evaluación objetiva y profunda del equilibrio del comercio bilateral entre China y EE.UU. debe considerar más allá del saldo del comercio de bienes. Los EE.UU. tienen una ventaja significativa en el comercio de servicios, siendo el principal origen del déficit comercial de China en este sector. En 2023, el déficit fue de 26,57 mil millones de dólares, representando alrededor del 9,5% del superávit total de los EE.UU. en este campo. Si se consideran en conjunto el comercio de bienes, los servicios y las ventas locales de las empresas de cada país en el otro, los intercambios comerciales entre China y EE.UU. resultan en beneficios equilibrados. En los últimos años, el déficit comercial de EE.UU. con China ha disminuido como parte de su déficit comercial general, mientras que su déficit global ha aumentado. Los hechos demuestran que la imposición de aranceles a China no ha reducido el déficit comercial general de EE.UU., sino que ha aumentado los costes de importación, ampliando aún más el déficit.

IV. China cumple con sus compromisos globales, abriendo su mercado en beneficio de todos. Desde su adhesión a la OMC en 2001, China ha implementado activamente la idea del libre comercio, cumpliendo con los compromisos adquiridos y respetando las reglas de la OMC, y ha abierto significativamente su mercado, contribuyendo activamente a la efectividad y autoridad del sistema multilateral de comercio. La expansión de las importaciones es una parte importante de la apertura de alto nivel de China. Desde noviembre de 2018, la Exposición Internacional de Importaciones de China se celebra anualmente en Shanghái, con un número creciente de países participantes y una suma de transacciones prevista en constante aumento, superando los 500 mil millones de dólares en total. En 2024, las importaciones de China alcanzaron un total de 18,4 billones de yuanes, con un aumento del 2,3% respecto al año anterior, alcanzando un nivel histórico y manteniendo a China como el segundo mayor mercado de importación global durante 16 años consecutivos. China continuará explorando su potencial de importación, transformando su vasto mercado en un mercado compartido por todo el mundo, impulsando así el desarrollo económico global.

V. Unimos fuerzas para frenar la corriente unilateral, y la multipolaridad y la globalización son imparables. El 10 de abril, la Comisión Europea anunció que la Unión Europea y los Emiratos Árabes Unidos acordaron iniciar negociaciones para un acuerdo de libre comercio, buscando avanzar en el libre comercio fuera de EE.UU. mientras las políticas arancelarias del gobierno de Donald Trump impactaban en el comercio internacional. El 11 de abril, el presidente chino Xi Jinping se reunió en Pekín con el presidente del Gobierno de España. El Sr. Pedro Sánchez declaró que Europa sigue comprometida con el libre comercio y la defensa del multilateralismo, y se opone a la imposición unilateral de aranceles. La guerra comercial no tiene ganadores. Ante los complejos desafíos internacionales, España y la Unión Europea están dispuestas a fortalecer la comunicación y cooperación con China para mantener el orden comercial internacional, afrontar conjuntamente desafíos como el cambio climático y la pobreza, y defender los intereses comunes de la comunidad internacional.

La guerra comercial no tiene ganadores, y el proteccionismo no tiene futuro. Como dice un antiguo refrán chino: «Quien desata el nudo debe deshacerlo». Instamos a EE.UU. a enfrentar las voces racionales dentro del país y en la comunidad internacional, a dar un gran paso en la corrección de sus errores, a cancelar completamente la política errónea de «aranceles equivalentes» y a volver al camino correcto de respeto mutuo y resolución de diferencias a través del diálogo igualitario. Ante los desafíos comunes como el débil crecimiento económico global, China y EE.UU., como las dos mayores economías del mundo, tienen que ver el desarrollo del otro como una oportunidad y no como un desafío, tratarse mutuamente como socios y no como adversarios, y asumir conjuntamente la responsabilidad de mantener la estabilidad de las cadenas globales industriales y de suministro, haciendo que éstas sean más resistentes, eficientes y dinámicas, y aportando certeza al desarrollo económico mundial.

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