Las expectativas de un nuevo negocio impulsado desde la maquinaria laportista como Barça Mobile deberían calibrarse desde los más elementales fundamentos del optimismo y de la confianza en que un proyecto avalado por el FC Barcelona y un operador como MasOrange debe nacer, por fuerza, con una sólida planificación y la completa seguridad de que no hay fisuras, dudas o dificultades insalvables en su puesta en escena y desarrollo comercial.
En cambio, las sensaciones de la presentación oficial de Barça Mobile dejaron más intranquilidad e incertidumbre. Para empezar, la pequeña gala organizada para la ocasión arrancó casi media hora más tarde de lo previsto sin motivo aparente que justificara el retraso ni tampoco con alguna explicación ni disculpas dirigidas a los espectadores que quisieron o pudieron seguirla en directo por Barça One.
Cabe interpretar, por lo que explicó el propio Joan Laporta, que el presidente azulgrana llegó tarde porque se entretuvo en un acto previo relacionado con la inteligencia artificial. Desde luego, la demora no puede achacarse a la complejidad del acto, reducido a una tarima pequeña y la reproducción de un vídeo antes de que tres personas, el CEO y fundador de New Era Visionary Group, Ruslan Bîrlădeanu, el director general B2B de MasOrange, Joaquín Colino, y Joan Laporta en nombre del Barça, como presidente, intervinieran con un discurso más bien breve y de contenido similar. Los tres fueron repitiendo que Barça Mobile será «la nueva operadora móvil virtual azulgrana que permitirá al FC Barcelona ofrecer servicios de operadora móvil virtual a nivel global y facilitar nuevas experiencias a sus fans en todo el mundo, reforzando el papel del Club como entidad pionera en la aplicación de las potencialidades de la tecnología digital en el mundo del deporte».
En realidad, lo que se puso a la venta es una eSIM de MasOrange, una Global Travel eSIM, tarjeta móvil virtual que permite la conexión móvil a internet en más de 170 países de forma sencilla a través del app de Barça Mobile para iOS y Android, de entre 4G y 5G, ofreciendo roaming con datos móviles ilimitados a máxima velocidad, con distintas tarifas de prepago, a partir de 4,50 €, variando el precio final en función del país y los días de contratación del servicio.
La conducción, a cargo de dos presentadores algo nerviosos, no contuvo tampoco más momentos destacados que la cuenta atrás del arranque mundial de Barça Mobile, más bien descoordinada y poco ensayada, finalmente rematada con la proyección en la pantalla de un código QR a través del cual los presentes y los espectadores ya podían descargar la aplicación y contratar una Global Travel eSIM que, en principio, está diseñada como un consumible para viajar y no para prestar un servicio global de interconexión entre los millones de barcelonistas del mundo.
Lo que de verdad puso los pelos de punta fue una parte de la intervención del presidente Laporta cuando se dejó llevar por la euforia del momento y afirmó que «Barça Mobile es un paso más hacia adelante en este proceso de transformación digital. Es una línea de negocio que representa una auténtica mina de oro. No solo transmitimos información a nuestros socios, sino que también reafirmamos nuestro compromiso con la innovación y las nuevas tecnologías».
La expresión mina de oro, fue empleada también en su día, por Laporta, para referirse a Barça Vision en el momento de relatar lo que iba a suponer la venta de Barça Studios y su lanzamiento comercial sobre productos más allá de los tradicionales contenidos audiovisuales. «Barça Vision es la realidad aumentada, NFTS, las wallet, metaverso, producción audiovisual… ¡Esto es una mina de oro! Vale mucho dinero. Pronto será una de las principales fuentes de ingresos del club», dijo Laporta.
Ni tres años después, Barça Vision se ha convertido en una ruina que, de momento, le ha costado a la directiva una reversión de los fondos propios del FC Barcelona de 91 millones tras anotarse unas pérdidas de 145 millones en las cuentas 2023-24 por la desvalorización de la filial, Bridgeburg Invest, que aún fueron menos porque Laporta se negó a incluir en el balance la actualización contable del auténtico valor de la compañía, fijado en cero euros. De haber aceptado la salvedad expresada por el auditor, Grant Thornton, despedido por negarse a camuflar un año más este auténtico desastre, las pérdidas habrían sido de 345 millones. La amenaza de que el nuevo auditor tampoco se trague ese cuento de Barça Vision sigue intacta por ahora, junto a la no admisión de 100 millones por la operación de los asientos VIP del nuevo Spotify.
Si Laporta es igual de infalible en su pronóstico del éxito financiero sobre Barça Mobile como en su día lo hizo con Barça Vision, las esperanzas de ingresos millonarios ciertamente se desvanecen a menos que los márgenes operativos sean extraordinarios, nunca vistos, o que se refiera a una mina de oro para otros agentes externos que no sean el Barça. Por ejemplo, en el lanzamiento de Barça Vision, el club pagó al menos a dos consultoras por encontrar inversores que nunca aparecieron ni para la consolidación de la venta de NFT ni desde luego en la operación de salida a bolsa de la compañía en el Nasdaq de Nueva York que también se derrumbó en cuestión de meses. Ya se sabe que las verdades de Laporta hay que interpretarlas en su verdadero contexto, muchas veces desconocido para el gran público.
Y no hace falta volver a las no pocas inquietudes que, no hace ni dos meses, despertó la revelación de la identidad del segundo pagador de los asientos VIP, New Era Visionary Group, liderada por Ruslan Bîrlădeanu y un socio español, ambos acreditadamente novatos en el ámbito de las telecomunicaciones y, de hecho, meros intermediarios en la concesión a MasOrange de parte de la tecnología e infraestructura de Barça Mobile y, sobre todo, para la cobertura de internet en las nuevas instalaciones azulgrana. «New Era Visionary Group -afirma la directiva de Laporta- es una compañía especialista en la integración de sistemas que opera en el desarrollo integral de proyectos tecnológicos. Con sede en Barcelona, su objetivo es implementar soluciones digitales y tecnológicas de última generación de los principales fabricantes y desarrolladores mundiales, garantizando una integración perfecta y un funcionamiento impecable de todos los sistemas, ofreciendo una solución clave en mano. New Era Visionary grupo es Official Telecom Operator del FC Barcelona y encargado de la implementación de la red del 5G+ del futuro Spotify Camp Nou».
No hay duda de que, de momento, para New Era Visionary Group su vinculación con el Barça ha sido como encontrar una mina de oro. A lo largo de la retransmisión, curiosamente, no se hizo ninguna referencia ni promoción del concierto patrocinado precisamente por Barça Mobile el próximo 29 de abril con Nicky Jam, Luis Fonsi y Arcángel en el Palau Sant Jordi. Otro motivo para sospechar que las minas de oro tienen su otra cara, como que la aplicación de Barça Mobile no funcionara correctamente en las primeras horas. Vista la mediocridad de la presentación nada que no fuera previsible.