ERC ha cerrado el Congreso Nacional de este fin de semana en Martorell con la promesa de «desacomplejarse», en palabras de la secretaria general, Elisenda Alamany. La número dos ha situado a Esquerra como «la mejor herramienta para preparar al país para la libertad». Sin embargo, ha admitido que Cataluña «no está preparada» para hacer el «salto definitivo», pero ha advertido de que hay que «dejar de lamerse las heridas».
A su vez, el presidente de ERC, Oriol Junqueras -que ha cerrado el acto-, quiere que el país se parezca a Esquerra y ha pedido ayuda para construir «la alianza de la esperanza». Recibido con gritos de «presidente», Junqueras ha hecho un llamamiento para «unir a todos los pueblos», ha lamentado la situación «tercermundista» de Rodalies y ha reclamado una financiación justa.
Junqueras ha concluido el 30º Congreso Nacional de ERC asegurando que el partido quiere parecerse a su sociedad, pero que también quiere que el país se parezca a Esquerra. El presidente de la formación se ha mostrado «convencido» de que la receta que él propone es «la mejor» de todas las posibles. Junqueras ha reclamado «alianzas» para hacer frente a las amenazas de la extrema derecha y ha hecho un llamamiento a la unión de todos los pueblos.
El presidente del partido, que lo es desde 2011, ha defendido el traspaso de Rodalies y ha aprovechado para denunciar el servicio «tercermundista» actual. También ha aplaudido otras conquistas y cuotas de poder político, económico y social de Cataluña, aunque las alcancen otros partidos como Junts, en referencia al pacto sobre inmigración. Su secretario general, Jordi Turull, estaba en la fila de invitados y Junqueras lo ha interpelado describiéndolo como «amigo».