La Fundació La Caixa acaba de anunciar que retorna la sede social a Catalunya. En un breve comunicado a la comisión de valores, su brazo inversor, Criteria, ha notificado que la fundación ha acordado trasladar la sede a Barcelona, de donde se marchó en el año 2017, coincidiendo con el punto álgido del ‘procés’.
La decisión se ha tomado por unanimidad e implica el retorno del domicilio social a los servicios centrales de la entidad, en la avenida Diagonal de la capital catalana.
Desde el referéndum del 1 de octubre, La Caixa tenía instalada la sede social en Palma. La noticia llega pocas semanas después del regreso de Banc Sabadell, este enero.
La fundación bancaria es la principal propietaria de CaixaBank, que movió la sede a Valencia, donde todavía se mantiene. Todavía este enero, tras el regreso del Sabadell, CaixaBank afirmó que la decisión del traslado era «de carácter indefinido».
«El acuerdo alcanzado hoy por el patronato se toma atendiendo a que no se dan ya las circunstancias que causaron el traslado temporal de las sedes a la ciudad de Palma en el año 2017. El cambio no implica movimiento de personas ni de espacios o servicios corporativos, dado que la mayor parte de los empleados y centros de trabajo han estado ubicados siempre en Barcelona», ha apuntado.
La fundación ha añadido «tiene un compromiso firme con sus raíces» desde la fundación de la antigua Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares en 1904. Además, ha remarcado que el compromiso con las Baleares y con la ciudad de Palma «permanece inalterable, a través del desarrollo en la comunidad de programas para mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables». También destaca la actividad que lleva a cabo CaixaFòrum Palma, donde el patronato continuará manteniendo periódicamente las mismas reuniones que hasta ahora.