Junts desde Ripoll

President, somos nosotros, los de Junts Ripoll. ¿Nos recuerda? Ripoll, sí, la capital de la comarca del Ripollès. No sabemos qué hacer. Queremos gobernar, ser útiles a los ciudadanos de nuestro pueblo, pero al mismo tiempo tenemos que sentarnos junto a los españolistas del PSC y de los traidores de ERC. Pero, claro, dar alas a Silvia Orriols… Estamos como perdidos, president. Nos gustaría todo, gobernar, no echar a Orriols, no pactar con indeseables… Al fin y al cabo, una encerrona de la que no podemos salir.

Ya sabemos cómo somos. No nos gusta ver magrebíes sentados en los bares de nuestro pueblo. No somos racistas, eh, que no, que no, que queremos una Cataluña de todos. Todo el mundo es bienvenido a nuestra tierra, con tal que se adapte a nuestras costumbres, que hable catalán, que cambie sus apellidos, que piense de vez en cuando en la Moreneta y que mire los partidos del Barça con pasión. No es pedir demasiado, ¿no? Sin embargo, somos plurales, creo que se nos ve a la legua que aceptamos a la gente de fuera, aunque mejor que estén lejos del centro de la ciudad, quizá en pisos que ya ocuparon los inmigrantes andaluces o murcianos. Así la ciudad de Ripoll, la de toda la vida, con la bandera de nuestra tierra ondeando en la plaza del Abad Oliba, puede quedar limpia de gente que podría dar una mala imagen de nosotros. No somos racistas, no. Es solo que queremos lo mejor para los nuestros, para los de siempre. Esto nada tiene que ver con el racismo, y mucho menos con el fascismo.

President, nos quieren en un frente antifascista, por el bien del pueblo, nos dicen PSC y ERC. ¿El pueblo? ¿El mismo al que abandonaron el 1 de octubre? ¿Ya nadie recuerda que el PSC aplaudió la aplicación del artículo 155? ¿Ya nadie es consciente de que la policía nos vapuleó el día de la liberación de nuestro pueblo? ¿De verdad que tenemos que olvidar todo lo que ocurrió? ¿De verdad que debemos pensar en nuestros ciudadanos de Ripoll? ¡Pero si ya lo hacemos, impidiendo que las calles se llenen de chusma, de mendigos de todo tipo que no terminan de integrarse en nuestra comunidad! Que se vayan a Camprodon donde el alcalde del PSC no tendrá ningún problema en empadronarlos; o a Setcases, con alcalde de ERC. Seguro que cualquiera de los dos podrá quedárselos.

President, ¿qué hacemos? Si dejamos a Orriols al frente de la alcaldía de Ripoll nos caerá una muy gorda. Nos llamarán fascistas, colaboracionistas con la extrema derecha, trumpistas… Pero si aceptamos el pacto con ERC y PSC también nos caerán algunas hostias. Desde Ripoll, entre usted, honorable president, y nosotros, le diríamos que estamos más cerca de Silvia. Lo está haciendo bien. Casi está cumpliendo con nuestro programa. Nos dirán que nos hemos cagado encima, pero en realidad ya nos va bien que ella haga el trabajo sucio y después, una vez todo limpio, podamos gobernar nosotros, con su apoyo, por qué no. Si ahora le echamos una mano a ella, quizás más adelante ella nos ayuda, incluso en el Parlament de Catalunya. Si es que, mirando los programas, son casi idénticos, al menos aquí en Ripoll, donde la palabra limpieza es primordial. Solo queremos limpiar y limpiar, blanquear nuestras calles, ya nos entiende, Muy Honorable president.

Bien. Muchas gracias por su apoyo, president. Sabíamos que estaría a nuestro lado. No podemos flaquear. No podemos dar cuotas de poder a los traidores. Ripoll va bien. Tenemos una percepción muy positiva de la labor de gobierno de Aliança Catalana. Parece que ya no se ven tantos inmigrantes de color por las calles. La normalidad vuelve paulatinamente a la cotidianidad de Ripoll. Estamos orgullosos. Quizás no haga falta que lo digamos en público, ¿no? Pero usted y nosotros sabemos que no somos racistas y mucho menos fascistas.

¿Verdad que no?

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