El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha asegurado que «combatirán» el discurso de Aliança Catalana y que el partido cree que la mejor opción es hacerlo «en las urnas y no en los despachos».
Turull ha comparecido acompañado de los tres concejales de Junts de la ciudad –Montsina Llimós, Maria Bofarull y Ferran Raigon– que han asegurado que la decisión de no apoyar la moción de censura se ha tomado de forma «consensuada y alineada» y que «no ha sido fácil».
También han dicho que no harán un cordón sanitario a AC -han dicho que durante este mandato no lo ha habido-, que hablarán «con todo el mundo» y que trabajarán por los intereses de los ripolleses.
Con la marcha atrás de Junts, el presupuesto de AC se aprobará automáticamente y Orriols seguirá de alcaldesa.
Raigon, portavoz de Junts Ripoll, ha admitido que la villa está en una situación «compleja» donde no hay ningún escenario que sea el «mejor posible» y ha esgrimido los argumentos que el partido ya ha dado a conocer a primera hora de la tarde en un comunicado. Entre ellos está el de «vestir una alternativa potente de gobierno para 2027» para conseguir un cambio político y poder, así, «dejar esa crispación y victimismo que solo va en detrimento de los ripolleses y ripollesas».
El partido también cree que el posible gobierno alternativo que habría nacido a raíz de la moción de censura no era «lo suficientemente fuerte» para desbancar al gobierno en minoría de Orriols y que, más especialmente, temían que los ciudadanos lo vieran como un «simple cambio de sillas» en el poder. Por eso creen que el cambio debe realizarse a través de las urnas en las próximas elecciones municipales.