El exconsejero de la Generalitat Toni Comín se ha estrellado electoralmente en el intento de suceder a Carles Puigdemont al frente del Consell de la República: en una votación marcada por las acusaciones contra él y por la baja participación de los inscritos (9%), ha quedado tercero (9,19% de los votos emitidos), muy lejos del ganador, Jordi Domingo, que ha conseguido un 65,86% de los apoyos.
Comín presentó su candidatura en el Press Club de Bruselas, y fotos de agencia de aquel acto han exhibido un aspecto desértico, con todas las sillas vacías en primera fila y ningún espectador, mientras que en los vídeos que él difundió en su perfil de X apenas se veían cuatro personas de público.
Más recientemente, otro candidato a presidir el Consell de la República, Luis Felipe Lorenzo, se retiró y le apoyó públicamente como muestra de solidaridad a raíz de las acusaciones recibidas por Comín, pero no ha sido un factor irrelevante. El exconsejero y eurodiputado electo, por cierto, se lo agradeció, pero aseguró que ni siquiera había tenido contacto con Lorenzo más allá de coincidir en un debate correspondiente a las mismas elecciones.
Una vez se ha anunciado el desenlace de la votación, la candidatura de Comín ha comunicado que «tomamos nota de los resultados provisionales» y ha reclamado una auditoría porque, según ha asegurado, se han producido «varias incidencias» tanto en campaña como durante el periodo de votación.
La carrera por relevar a Puigdemont ha estado marcada por las acusaciones de irregularidades en la gestión económica de Comín como vicepresidente de la entidad, y al mismo tiempo por una denuncia contra el propio Comín por parte de un exasesor de Junts en el Parlamento Europeo por presunto acoso sexual y psicológico. El propio Puigdemont, según aseguró el dirigente de Junts Toni Castellà, había pedido a Comín que no se presentara.
