CCOO quiere blindar por ley que el salario neto de cualquier trabajador que cobre el salario mínimo interprofesional (SMI) sea «al menos el 60% de la media salarial del país». En una entrevista en la Ser, el secretario general del sindicato, Unai Sordo, ha asegurado que el debate no es si los trabajadores del SMI tienen que tributar o no, sino «garantizar que el dinero que se llevan a casa» es al menos ese 60%, lo que implica, según ha dicho, subir el salario mínimo hasta los 1.200 euros, como quería el sindicato.
Sordo ha considerado «triste» que la «gran noticia» sobre el aumento del SMI haya quedado «manchada por una polémica» fiscal. Según él, es «lógico» universalizar la declaración de la renta, pero es necesario que los sueldos más bajos no tengan un coste fiscal. El dirigente de CCOO ha admitido que se enteró de la noticia sobre el IRPF por los medios de comunicación -igual que dijo la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz– y ha lamentado que el debate generado promueva un discurso contra el pago de impuestos.
En este sentido, Sordo ha advertido del riesgo de decir que «todo se soluciona bajando impuestos y debilitando al Estado», ya que son precisamente los trabajadores con los sueldos más bajos «los que más necesitan los servicios públicos», que se financian con los impuestos.