La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil no ha encontrado mensajes en el teléfono del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, anteriores al 16 de octubre de 2024, fecha en la que fue imputado en un caso de supuesta filtración de datos sobre Alberto González Amador, la pareja de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. «La falta de mensajes anteriores al 16 de octubre de 2024 en (…) WhatsApp se debe, fundamentalmente, al vaciado o borrado intencionado de todos los mensajes contenidos en las diferentes conversaciones, y esta acción se realiza hasta dos veces el indicado día», dice la unidad en un informe consultado por la ACN este lunes.
Según indica la UCO, el dispositivo analizado comenzó su actividad el día 23 de octubre, una semana después de la imputación de García Ortiz. «No es posible recuperar mensajes borrados anteriores al 16.10.2024, ya que nunca han existido en el dispositivo analizado», apuntan. Tampoco ha sido posible recuperar las copias de seguridad «debido a la eliminación deliberada de la cuenta de Google asociada».
Las últimas novedades de la UCO llegan poco después de que García Ortiz declarara este mes de enero en el Tribunal Supremo como investigado por un delito de revelación de secretos. Allí negó haber filtrado a la prensa o al gobierno español ninguna información sobre la pareja de Ayuso.
Durante las últimas semanas, la investigación al jefe de la Fiscalía ha ocupado titulares por las indagaciones sobre sus teléfonos móviles y su ordenador. De hecho, a finales del año pasado, esta unidad policial registró los aparatos de García Ortiz, pero no encontró ninguna prueba de la presunta filtración de datos personales de González Amador, acusado por delitos tributarios.
Tal y como constaba en el informe que los agentes hicieron llegar al Supremo, se habían encontrado un total de «cero mensajes» en cualquier clase de aplicación de mensajería instantánea en el periodo analizado, que iba del 8 al 14 de marzo de 2024. Sobre este asunto, García Ortiz ha detallado que cambia recurrentemente de aparato (seis veces desde que ocupa el cargo de fiscal general) y borra periódicamente su contenido por seguridad y por obligación legal.
Sin embargo, la UCO indicó a principios de enero que creía que el fiscal general cambió de teléfono siete días después de que el Tribunal Supremo le abriera la investigación. Ante esto, el magistrado de la sala de lo penal del alto tribunal, Ángel Hurtado, pidió a WhatsApp y Google información sobre el teléfono y las cuentas de correo del fiscal.