La Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña (AIC) y el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Barcelona han avisado este viernes de que la compra de la Casa Orsola, cerrada gracias al acuerdo entre el Ayuntamiento de Barcelona y Hábitat 3 como compradores, supone un «precedente preocupante» y perjudica la «seguridad jurídica».
En un comunicado, estos profesionales han considerado que a partir de ahora los propietarios, mientras no puedan gestionar «sus inmuebles con normalidad, pueden verse forzados a desprenderse de sus fincas». Las organizaciones, además, apuntan que la venta de este edificio ha sido «la única salida viable» tras «años de presiones, acoso e incertidumbre jurídica».
En particular, la AIC y el Colegio han cargado contra el consistorio porque consideran que «cede al chantaje» del Sindicat de Llogateres, y han afirmado que la Casa Orsola se «convierte en una nueva pieza de un modelo de intervención pública que desmotiva y desestabiliza el mercado de alquiler». A su vez, han afirmado que «refleja una tendencia creciente de instrumentalizar la propiedad privada en beneficio de un relato político y una legislación», y han avisado, en este sentido, de que no se evalúan las «consecuencias reales sobre el mercado y la confianza de los propietarios e inversores».
Por todo ello, los agentes inmobiliarios han pedido «una reflexión y un giro urgente» sobre los efectos de este tipo de intervenciones, y han exigido «un marco estable» del derecho a la propiedad que «no sea constantemente cuestionado», que sostienen que debe ser «un pilar fundamental para un mercado basado en la economía social de mercado», recoge la ACN.
