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La OCDE cifra en 3.850 millones la infrafinanciación de los países ricos hacia países en vías de desarrollo

Exterior del hospital nacional de Rabouni, en los campamentos de refugiados saharauis (ACN)

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha cifrado en 4.000 millones de dólares (3.850 millones de euros) la infrafinanciación de los países ricos hacia países en vías de desarrollo para cumplir los objetivos de la Agenda 2030. En un informe publicado este viernes, la OCDE apunta que la financiación externa de los países en desarrollo alcanzó los 5.240 millones de dólares (5.050 millones de euros) en 2022, por debajo de los 9.240 millones de dólares (8.900 millones de euros) necesarios. Al mismo tiempo, la organización internacional advierte que, si el sistema de financiación global no se somete a una reforma «radical», la brecha podría dispararse hasta los 6.400 millones de dólares (6.160 millones de euros).

Según el documento, las necesidades de financiación se incrementaron un 36% entre los años 2015 y 2022, en buena parte por los efectos del cambio climático y la incertidumbre geopolítica. Pese a todo, los recursos aportados tan solo han aumentado un 22% en el mismo periodo, lo que supone un déficit del 60%. Si bien la OCDE avisa de que la situación vinculada a la falta de financiación puede agravarse, también señala que el déficit «no es insalvable».

«La dificultad reside en movilizar los recursos a escala, canalizando los activos financieros hacia inversiones transformadoras, como la transición a energías limpias o infraestructuras sostenibles», indica el secretario general de la entidad, Mathias Cormann. En este sentido, el informe ve necesario corregir ciertas asignaciones de fondos, como por ejemplo los 1.530 millones de dólares (1.470 millones de euros) que en el año 2022 se destinaron a combustibles fósiles para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030.

Ayudas insuficientes

A raíz de la crisis del covid-19, la financiación en desarrollo sostenible se incrementó notablemente. Según el informe, la ayuda oficial al desarrollo entregada por los Estados miembros del Comité de Ayuda y Desarrollo de la OCDE alcanzó los 223.300 millones de dólares (215.000 millones de euros) en 2023, un nuevo máximo histórico. No obstante, la organización reitera que la cifra es todavía «insuficiente».

De hecho, y a pesar de las transferencias directas por parte de los países desarrollados, las remesas siguen siendo la principal fuente de financiación externa de los países en vías de desarrollo, llegando a movilizar 476.000 millones de dólares (458.500 millones de euros) en el año 2023. Dentro de este campo, sin embargo, la OCDE indica que las comisiones por transferencias continúan duplicando la meta del 3% fijada en los objetivos de desarrollo sostenible, lo que genera unas pérdidas anuales de 16.000 millones de dólares (15.400 millones de euros) a los hogares que envían y reciben dinero.

Cambios en la fiscalidad

Por otra parte, la organización internacional ve «fundamental» que se movilicen más recursos nacionales para un funcionamiento «efectivo» del Estado. Tal y como indica el informe, la relación entre los impuestos y el PIB de los países con menos ingresos fue del 11,4% en 2022, por debajo del nivel mínimo recomendado del 15%.

En paralelo, la OCDE alerta de que los niveles de endeudamiento en las economías más ricas continúan aumentando. Entre 2015 y 2024, el número de países con dificultades por sus niveles de deuda pasó de 16 a 24, mientras que la cifra de países con un riesgo «elevado» de sufrir una crisis de endeudamiento se movió de 3 hasta 11.

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