Más de un millar de personas se concentran en la Casa Orsola para intentar evitar el primer desahucio de un vecino

La esquina de Calabria y Consell de Cent está cortada mientras se hace un concierto desde un balcón

Casa Orsola

Más de un millar de personas están concentradas frente a la Casa Orsola, en la confluencia de las calles Calabria y Consell de Cent, en el Eixample Esquerre de Barcelona, para manifestarse contra el desalojo de un vecino previsto este viernes por la mañana, entre ellas dirigentes de los comunes como Janet Sanz y David Cid, y de ERC, como Ciurana Alamany.

Mientras se realiza un concierto desde un balcón del edificio, la calle ha quedado cortada y vehículos que pasan por la zona hacen sonar los cláxones en apoyo a la protesta. El portavoz del Sindicato de Inquilinos, Enric Aragonès, ha dicho a los concentrados que si hay tanta gente como este jueves por la noche, un millar de personas, «el desahucio será imposible». «Eso es lo que hemos venido a hacer, que sea imposible», ha añadido.

Este jueves por la noche se realizó una ‘maratón’ de actividades culturales y reivindicativas, con un millar de asistentes. Después de cenar, algunas personas se quedaron a dormir en la zona, en una carpa habilitada y en el interior del edificio. Los vecinos explicaron su situación en diciembre de 2021, poco después de que el fondo Lioness Inversiones comprara el edificio, con un total de 27 viviendas en diferentes regímenes de alquiler.

Cuando los vecinos recibieron la notificación de que no se les renovaría el contrato y vieron que la situación era generalizada, se pusieron en contacto con el Sindicato de Inquilinos para organizarse y pedir una negociación colectiva con la propiedad. Algunos inquilinos se marcharon después de recibir el burofax. Otros decidieron que no marcharían y Josep ha sido el primero que ha ido a juicio de los cinco demandados.

Según indica el Sindicato de Inquilinas, en la finca también hay ocho inquilinos con rentas antiguas, seis con contratos habituales vigentes, siete contratos de temporada y un piso vacío. Los vecinos con alquileres habituales denuncian que los contratos de temporada triplican los precios y que la propiedad pide «hasta 2.700 euros al mes».

Los vecinos de la Casa Orsola han advertido durante este tiempo de que el suyo no era un «caso aislado» y han conseguido unir este apellido italiano de un fabricante de baldosas hidráulicas, emblemáticas del Ensanche, con el movimiento de la vivienda. El portavoz del Sindicato de Inquilinos, Enric Aragonès, ha insistido esta semana en que la finca se ha convertido en un «símbolo» de sus reivindicaciones.

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