El líder de Junts, Carles Puigdemont, preside el consistorio de Cabrera de Mar desde el retrato de cuando era presidente de la Generalitat. La Generalitat encarga un retrato de cada presidente cuando asume el cargo y lo envía a los consistorios municipales, consejos comarcales y diputaciones provinciales. Hay ayuntamientos, sin embargo, que no cuelgan los que no son de su color político. Óscar Fernández y Cuñado, alcalde de Cabrera de Mar, ha dado un paso más y celebra sus reuniones oficiales de trabajo en el consistorio bajo la vigilancia de un presidente que dejó de serlo hace siete años y medio: Carles Puigdemont. Del actual presidente, ni rastro. Tampoco de sus antecesores: Quim Torra y Pere Aragonès.
A pesar de su juventud, Fernández se quedó encallado en el mandato presidencial de Puigdemont. Tenía 18 años cuando Puigdemont proclamó la independencia de Cataluña y huyó a Bélgica. Asumió el cargo de concejal de Personas Mayores, Juventud, Deportes y Movilidad de Cabrera de Mar cuando sólo tenía 21 años y tras las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023 fue elegido alcalde. La candidatura de Junts que encabezaba se hizo con 8 de los 11 concejales del consistorio. Forma parte del grupo de alcaldes del Maresme que, a finales de 2023, pidieron mano dura contra los inmigrantes que cometen delitos en sus poblaciones.
Hace unos días, los medios de comunicación se hacían eco de su campaña contra la delincuencia en Cabrera de Mar, donde ha instalado varias cámaras de seguridad repartidas por la población. Pero si hay algún rasgo que caracteriza la filosofía política de Fernández y Cuñado es su admiración por Puigdemont. En enero del año pasado se llevó a los concejales de su grupo municipal a Bruselas para entrevistarse con el presidente de Junts. Dejó constancia de ello en el perfil de Instagram del consistorio con un vídeo de la visita, donde se le ve reunido con Puigdemont en una sala del Parlamento europeo acompañado de sus concejales. En este post se explica: «El gobierno municipal de Cabrera de Mar se ha reunido con el President Puigdemont y el Consejero Comín, ambos eurodiputados, con el fin de tratar de encontrar fondos económicos para hacer realidad proyectos primordiales del municipio, como la rehabilitación de la Sala «la Maresma», el cambio de alumbrado público a sistema LED, subvenciones para inversión en energías renovables y otros temas como posibles medidas para abordar la sequía». Se explica que «los dos eurodiputados, han expresado que están profundamente comprometidos con Cabrera de Mar y con el gobierno municipal. Trabajaremos para conseguir la financiación necesaria para nuestro pueblo» y se quiere dejar claro que «este viaje ha sido financiado íntegramente por parte de cada concejal que ha ido, no suponiendo esto ningún coste para el Ayuntamiento». Aclaración curiosa teniendo en cuenta que, según explican, el objetivo de la visita era buscar financiación para la población que gobiernan.
Tres meses después, en la campaña de las elecciones al Parlament en las que Puigdemont se presentaba como cabeza de lista de Junts, Òscar Fernández y la diputada Glòria Freixa participaron en el despliegue de una enorme pancarta en la torre de Castell Burriac con la cara del ex presidente y el lema «Persistiremos y ganaremos». Puigdemont no ganó. Tampoco dimitió, como dijo que haría si no era reelegido presidente de la Generalitat.
Pero le queda el apoyo incondicional de alcaldes como el de Cabrera de Mar, localidad de unos cinco mil habitantes, y su retrato presidiendo las reuniones en el ayuntamiento de esta población de El Maresme.