El exconseller de Interior Joaquim Forn ha comparecido en la comisión de investigación del Congreso sobre el 17-A para acusar de «negligencia» al CNI y al gobierno de Mariano Rajoy, que prefirió «perseguir al movimiento independentista para impedir que pudiera votar» en lugar de hacerlo sobre los que «realmente podían cometer actos terroristas».
«En el Estado español nunca gustó que Cataluña y su gobierno con Carles Puigdemont al frente dieran respuesta de Estado, y que eso fuera reconocido por todos», ha sentenciado.
Según Forn, «solo que hubieran tomado las mismas precauciones con el imán de Ripoll que las que tomaron con los independentistas espiados con Pegasus, o con los agentes infiltrados a entidades sociales, las cosas posiblemente habrían sido diferentes».
Forn ha comparecido en la comisión después de que lo hiciera el director general de la policía y major de los Mossos, Josep-Lluís Trapero, que ha denunciado las campañas de desprestigio que mandos policiales del ejecutivo de Rajoy desplegaron de manera «injusta» contra los Mossos.
El exconseller de gobierno de Puigdemont ha ido en la misma dirección respecto a esta campaña de desprestigio. Ha señalado la vicepresidenta del gobierno de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, desplegó en connivencia con algunos medios de comunicación una estrategia para «embrujar y cuestionar la actuación de los Mossos».
Además, Forn ha acusado al ejecutivo de Rajoy de haber «regateado» los recursos para una gestión adecuada de la amenaza terrorista y de haber limitado las convocatorias de plazas de los Mossos.