Víctor Font, el opositor a Joan Laporta más legitimado por su condición de segundo candidato más votado en las elecciones de 2021, y porque ha manifestado su intención volverlo a intentar, tuvo la oportunidad de replicar a la rueda de prensa del martes ante los micrófonos de RAC1 en el espacio El Món de Jordi Basté. Allí, claramente, fue recibido con cierta frialdad y una actitud que sin ser hostil tampoco fue del todo amistosa, pues entre el director del programa y el refuerzo de los dos principales cargos del área deportiva procuraron apretarle un poco las tuercas.
Font pudo permitirse, no obstante, levantar bastante la voz, aunque como siempre sin llegar a definir un plan de acción que, ni a corto o medio plazo, pueda atraer a nuevos barcelonistas a su causa o darles la posibilidad de alistarse a alguna iniciativa o calendario de actuaciones. A los socios que, crecientemente, han desarrollado una sensibilidad irritante contra las barbaridades de la gestión laportista, aquellos que consideran llegado el momento de hacer algo, Víctor Font no les dio esperanzas más allá de que se guarda la carta del voto de censura y de transmitir la sensación de que todo se lo va a jugar a las elecciones de 2026.
Aun así, cuanto tuvo la oportunidad de entrar un poco a matar sufrió un lapsus ciertamente incomprensible. Ocurrió cuando él mismo sacó a relucir el carácter nepotista de la organización laportista y en la repregunta de Jordi Basté fue invitado a identificar a los familiares del presidente que viven ahora a costa del Barça. Font se quedó como en blanco, sin mencionar sus identidades, y se fue por la tangente aludiendo sólo a la hija del jefe de gabinete de Laporta, que entró en el club junto con su pareja en el momento de entrar en la nómina del aparato laportista.
¿Por qué Font no citó a los dos hermanos de Laporta, Maite y Xavier, que forman parte del núcleo duro del presidente; a su prima, Marta Segú, directora de la Fundación nombrada a dedo que se dobló el sueldo a partir del segundo año de su regreso; o a la inefable presencia, influencia y peso de Alejandro Echevarria, el excuñado que sigue siendo como de la familia o incluso más?
Si fue un olvido intencionado, cuesta de entender en un tono como el de la entrevista, más bien agresivo. Y si realmente en ese momento se olvidó de rematar el mejor centro de la entrevista, solo y a puerta vacía, el error es más grave que los goles que falla Vítor Roque, fichaje que, con bastante motivo, criticó abierta y justificadamente. ¿Tan novato y verde está Víctor Font después de ocho años de hacer oposición? Preocupante.