Un centenar de agentes de Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana de Badalona y de Sant Adrià de Besòs y Policía Nacional se ha desplegado a primera hora de este martes bajo el viaducto de la C-31 para evitar que se instalara el mercado de la miseria. Allí, a caballo de los dos municipios, hay semanalmente unos 300 de vendedores que ofrecen productos «de baja calidad y recogido de la basura».
El dispositivo se ha desplegado también en otros puntos en busca de los vendedores que se han marchado del lugar al ver a la policía. Según un primer balance, hay 40 identificados y se han llenado tres camiones de material intervenido. La intención de la policía es estar cada martes para erradicar definitivamente el mercadillo ilegal y «recuperar el espacio público».