La revista satírica Mongolia ha presentado esta mañana en los juzgados de Mataró una querella contra la Fundación Abogados Cristianos y su presidenta, Polonia Castellanos, por denuncia falsa, que conlleva penas de entre seis meses y dos años de prisión.
Mongolia razona así su querella: «En los últimos años, esta asociación se ha aprovechado reiteradamente de los instrumentos del Estado de derecho con fines intimidatorios contra cualquier expresión de disidencia, especialmente las humorísticas, para imponer por la vía de los hechos su visión del mundo, totalitaria y nacionalcatólica, aunque la Constitución española consagra la libertad de expresión como uno de sus valores fundamentales. Estas acciones judiciales impulsadas por Abogados Cristianos suelen acabar en nada, pero provocan un grave quebranto a los afectados, que tienen que dedicar tiempo y dinero a defenderse en los tribunales, a veces durante meses o incluso años, de manera que este acoso a los tribunales puede acabar teniendo un efecto pernicioso contrario a los principios liberales: la autocensura».
Recuerda que «Mongolia también fue víctima de una querella de esta fundación, a raíz de la portada de la revista con un simpático pesebre navideño en diciembre de 2022. Al archivarse la querella, Mongolia decidió que no podía dejarlo aquí, sino que tenía que realizar alguna acción adicional para intentar detener esta dinámica de acoso permanente contra cualquier muestra de disidencia, como se ha podido comprobar después en reiteradas ocasiones, incluyendo el anuncio reciente de querella contra el presidente de RTVE y la humorista Lalachus en el programa especial de final de año». Se refiere a la querella que han presentado Abogados Cristianos y otra asociación de extrema derecha, Hazte Oir, con el argumento de que la presentadora de las campanadas hirió sentimientos religiosos y cometió un delito de odio cuando enseñó un estampilla de Jesucristo con la cabeza de la vaquita del programa de La 1 Grand Prix.
Mongolia ha conseguido donaciones de unas 1.600 personas por valor de cerca de 50.000 euros para presentar esta querella. «La base es la denuncia falsa, ya que Abogados Cristianos no sólo acusó a Mongolia de ofensas a los sentimientos religiosos sino también de ser un instrumento de blanqueo de capitales al servicio del abogado Gonzalo Boye y de vivir de subvenciones públicas. Es público y notorio que no existe la mínima base para poder sostener semejantes invenciones, que tenían un fin espurio e intimidatorio», concluye el texto de la denuncia.