Provocar la caída anticipada del Gobierno de Pedro Sánchez, apoyando una moción de censura con PP y Vox, o mantener de pie al presidente español. Esta es la disyuntiva que se plantea, de cara al año 2025, el presidente de Junts x Catalunya, Carles Puigdemont, en su mansión de Waterloo.
El expresidente de la Generalitat vive en un estado de rabia, rencor y paranoia, entre otras cosas porque el Tribunal Supremo mantiene bloqueada la aplicación, en su caso, de la ley de amnistía, circunstancia que no es en absoluto atribuible al Gobierno socialista. Carles Puigdemont es imprevisible, pero el hecho de provocar unas elecciones anticipadas en España y tejer unos acuerdos con el PP, como los del Majestic, es una idea que cada vez le ronda más por la cabeza.