Este mes de diciembre han empezado las intervenciones para la prevención de incendios en los bosques metropolitanos. El plan está orientado a realizar trabajos de prevención de incendios antes de la época de máximo riesgo forestal con el objetivo de preparar los bosques para minimizar este riesgo y dotarlos de mayor resiliencia frente a otros fenómenos meteorológicos extremos, como largas sequías, lluvias torrenciales o ráfagas fuertes. El cambio climático y la magnitud de la masa forestal existente hacen necesario afrontar los incendios con visión metropolitana y con vocación de servicio público.
El ámbito territorial del programa comprende los municipios de Badalona, Barberà del Vallès, Begues, Castellbisbal, Castelldefels, Cerdanyola del Vallès, Cervelló, Corbera de Llobregat, Gavà, Molins de Rei, Montcada i Reixac, Pallejà, El Papiol, La Palma de Cervelló, El Prat de Llobregat, Sant Andreu de la Barca, Sant Boi de Llobregat, Sant Climent de Llobregat, Sant Cugat del Vallès, Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló, Santa Coloma de Gramenet, Tiana, Torrelles de Llobregat y Viladecans.
Las actuaciones principales que se hacen son las siguientes: apertura de nuevas franjas forestales y mantenimiento de las ya existentes; trabajos de mejora silvícola y reducción de la carga de combustible; mejora de la red de puntos de agua de prevención de incendios, y mantenimiento de la red viaria de prevención de incendios.
Estas intervenciones se encuadran en el programa metropolitano de actuaciones de gestión forestal (PMAF), que nació en otoño de 2022. Las tareas que se ejecutaron el año pasado fueron el arreglo de caminos forestales, la mejora o colocación de rampas para la salida de fauna a depósitos de prevención de incendios, y la creación, el mantenimiento y la mejora de franjas de protección.
Este programa se enmarca dentro de tres ejes fundamentales: el Plan de Actuación Metropolitano (PAM), las competencias propias del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
El PAM recoge explícitamente la necesidad de poner en marcha políticas públicas para reducir el riesgo de incendios a través de una gestión activa del territorio y una potenciación de los planes de gestión forestal y aprovechamiento económico de la madera.
Las competencias del AMB avalan la gestión forestal como estrategia para mejorar la infraestructura verde metropolitana e impulsar la conservación activa de los espacios naturales. Uno de los objetivos es mejorar y recuperar estos espacios, como los ríos Llobregat y Besòs, las montañas de El Baix, la cordillera de Marina o el conjunto de parques urbanos de la red de parques metropolitanos.
Los ODS se basan en adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, y la prevención de incendios es una herramienta básica para esta lucha.
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