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Rosell acusa de «corrupta o inútil» a la jueza Lamela, que le mantuvo en prisión dos años por un «montaje»

Captura de pantalla de l'expresident del Barça Sandro Rosell, a la comissió d'investigació de l'Operació Catalunya

El expresidente del F.C. Barcelona Sandro Rosell ha acusado de «corrupta, o inútil» a la jueza de la Sala Segunda del Tribunal Supremo y anteriormente jueza de instrucción de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que le mantuvo en prisión dos años cuando, según ha afirmado, «todo el mundo en la Audiencia Nacional sabía que su caso era un montaje».

Durante su comparecencia en la Comisión de Investigación de la Operación Cataluña, Rosell se ha mostrado convencido de que la comisión «servirá para algo», principalmente porque el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha «probado la medicina» de unas cloacas del Estado «corruptas» que «hacen daño» a ciudadanos por intereses políticos.

Rosell ha recordado que Lamela lo mantuvo en prisión junto con su socio batiendo «el récord» de prisión provisional por causas económicas privadas, y pese a que ambos habían presentado pruebas de inocencia y habían pedido la liberación doce veces.

Ha afirmado que tras su caso, que acabó archivado, Lamela fue «premiada» con una promoción en el Tribunal Supremo «que nadie entendió». «Casualmente, también llevó a la cárcel a los Jordis, el gobierno de la Generalitat» y persiguió a Josep Lluís Trapero, ha recordado.

Por eso, ha lamentado que Lamela no dé explicaciones ante la comisión de investigación del Congreso. «Me han dicho que los jueces no pueden venir, pensaba que la ley era igual para todos, pero aquí hay gente que puede venir, y otra que no puede venir», ha dicho.

Ha recordado que mientras Lamela instruía su causa, «casualmente» la Justicia le abrió de oficio seis causas más, una de ellas por tráfico de órganos humanos que se archivó al cabo de siete años «y un dineral en abogados». También que ha sido objeto de 72 inspecciones de Hacienda.

Rosell ha querido abrir su comparecencia dando las gracias al que fue su compañero de celda, su apoderado y empresario Joan Besolí. Una víctima «colateral» que era todavía «mucho más inocente» que él y que pasó dos años en prisión con él aunque su hijo quedó parapléjico fruto de un accidente de tractor.

El expresidente del Barça ha expresado su esperanza de que la comisión de investigación sirva para algo, «porque no puede ser que en este país pasen cosas como la que me ha pasado a mí, a Xavier Trias, a Artur Mas, a la Banca Privada d’Andorra o a Oriol Pujol, Susana Monje, a la familia Sumarroca, a Trapero y al gobierno de la Generalitat».

«En el Estado hay muchos funcionarios. Los hay fantástico como los de sanidad, educación y también en las cárceles, pero cuando subes escalones hay un momento en el que se mezcla la política con el Estado y hay personas corruptas», ha dicho.

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