El presidente de Junts, Carles Puigdemont, ha pedido al partido que estén «preparados para cualquier eventualidad» en el futuro de las relaciones con el PSOE y el gobierno español. En un discurso telemático en el Consejo Nacional de Vila-seca al día siguiente de que Junts y el PSOE mantuvieran una reunión en Suiza y la semana en la que ha pedido a Pedro Sánchez que se someta a una cuestión de confianza, Puigdemont ha admitido que «la experiencia no invita al optimismo» y ha hecho un «balance decepcionante» del pacto.
«Tenemos que estar preparados para asumir los costes políticos y personales de la decisión que acabamos tomando», ha apuntado, advirtiendo de que no serán «huestes de nadie». El secretario general, Jordi Turull, ha pedido «mantener la posición» y «plantar cara», y ha cargado contra el presidente de la Generalitat Salvador Illa, a quien acusa de llevar a cabo un «proceso de deconstrucción nacional».
En esta línea, Turull le ha acusado de ser un presidente que no vela por los intereses de los catalanes, y por el contrario, defiende los del PSOE. «Cuando hablan de normalización, quieren decir españolización. Cuando hablan de girar hoja, quieren decir acabar con el alma de la nación. Esa es su hoja de ruta», ha apostillado.
Balance «decepcionante» del pacto con los socialistas
Un año después de pactar con los socialistas y hacer presidente a Pedro Sánchez, Puigdemont ha hecho un balance «decepcionante», motivo por el que ha justificado la cuestión de confianza al dirigente del gobierno central planteada este lunes.
