El 8 de agosto pasado, el Parlamento de Cataluña eligió a Salvador Illa como 133º presidente de la Generalitat, y este sábado pasado, día 16 de noviembre, ha hecho 100 días de su nombramiento. No se puede decir que haya perdido el tiempo: ha constituido el gobierno y lo ha puesto acto seguido en marcha, a velocidad de crucero. El ambiente político en Cataluña, bajo su presidencia, se ha serenado y la Generalitat ha recuperado la normalidad institucional.
Salvador Illa va por trabajo, se reúne con todo el mundo, practica el antisectarismo y da respuesta a las urgencias que van surgiendo, como ha demostrado en El Priorat o con el episodio de la DANA. La principal patata caliente que tiene ahora sobre la mesa es la negociación y aprobación de los presupuestos, para que puedan entrar en vigor lo antes posible, si bien no podrá ser el 1 de enero próximo.