La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que ha dado la razón a la presidencia del Parlamento Europeo por no admitir, en 2019, la condición de eurodiputados a Carles Puigdemont y Toni Comín, ha sido un varapalo a la estrategia judicial de Waterloo, que dirige Gonzalo Boye, que hasta ahora presumía de su sapiencia y astucia jurídica. Quien paga las consecuencias de esta sentencia adversa es Toni Comín, que fue escogido en las elecciones del 9 de junio pasado, pero que hasta ahora no ha podido tomar posesión de su escaño y, por lo tanto, ha dejado de percibir el jugoso sueldo de europarlamentario.
A pesar de que Toni Comín ha anunciado que emprenderá todo tipo de iniciativas para poder acceder a la condición de eurodiputado, la batalla jurídica y política para conseguirlo se presenta larga y complicada, con la pérdida de los grandes gajes que implica tener representación en Bruselas. Por eso, desde JxCat valoran la posibilidad de que sea la número 2 de la candidatura europea, Neus Torbisco, quien ocupe el escaño de Toni Comín. Eso sí, antes tendrá que ir a Madrid para acatar la Constitución española, como dispone la ley electoral.