El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha dado por cerrado el caso de Eduard Pujol y no se ha mostrado partidario de reabrirlo después de que se haya hecho público que una de las denunciantes, concejala de Pineda de Mar, ha admitió que no la acosó y haya apuntado que se sintió «manipulada» por la vicepresidenta de Junts y entonces responsable de feminismos del partido, Aurora Madaula.
En una entrevista en RTVE, Turull ha considerado que lo importante es la restitución de Pujol y ha dicho que ahora está en la «primera línea haciendo un trabajo magnífico» como portavoz de Junts en el Senado. El secretario general del partido ha recordado, además, que él estaba en prisión cuando se gestionó al caso y ha hecho autocrítica: «No lo hicimos bien como partido. Debemos rectificar para que no nos vuelva a pasar».
A través de un escrito en el marco del proceso judicial contra ella por un delito de injurias, la concejala de Pineda de Mar ha dicho que Madaula la convenció de que la actuación de Pujol era constitutiva de un delito de acoso y que la «animó» a denunciarlo ante el partido y de la justicia.
«Considero que determinadas personas del partido aprovecharon intencionadamente mi experiencia personal con Eduard Pujol para suspenderle fulminantemente de militancia y hacerle daño con fines políticos», ha añadido la mujer en el escrito.
Ante estas declaraciones, Turull ha dicho que la cuestión de si querían hacer daño o no a Eduard Pujol es una «valoración subjetiva».