Varias figuras del independentismo han nutrido en las últimas semanas una sospecha sobre el motivo que habría movido a los dirigentes de ERC a inclinarse por investir a Salvador Illa, una decisión que finalmente votó la militancia del partido.
El goteo no se ha detenido todavía, de la mano del presidente de la ANC, Lluís Llach, quien ha difundido un mensaje en X de la usuaria Txell Vilaplana, que señala que «Ha sido investir a Illa y ya no se habla de falsas banderas ni de estructuras B«.
«En mi casa a esto se le llama tener a alguien cogido por los huevos, y me pregunto qué más se sabe, que no ha salido aún y que se reservan para cuando les convenga», ha añadido en el mismo mensaje.
El supuesto chantaje de los socialistas a ERC ya lo había apuntado Héctor López Bofill, el jurista y exconcejal de Junts en Altafulla, el pasado mes de julio: «Solo me explico la obsesión de la dirección de ERC por investir a Salvador Illa por la información que los socialistas deben tener capaz de acabar de destrozar el partido (y de la que el tema de los carteles de Maragall fue sólo una cata)”.
Otro independentista de la misma opinión era el exdiputado de la CUP Antonio Baños. «Con este pacto, no saldrán más audios», pió el pasado 29 de julio, y al día siguiente añadió que «la única explicación que le puedo dar a todo ello es que les chantajean con lo que espiaron».
Ahora, por cierto, Baños ha vaticinado que para después de fiestas, ve «cargos de ERC entrando en el PSC».
