La prensa da por hecho que Laporta podrá fichar todo lo que quiera

Lo inexplicable radica, sin embargo, en que cada medio publica, citando fuentes solventes de la junta, una vía distinta de solución para el desbloqueo del margen salarial, además de contemplar ingresos y beneficios fiscales que triplican la deuda problemática que ahoga al Barça

Joan Laporta, en la presentació de Hansi Flick - Foto: FC Barcelona

Resulta evidente que las expectativas mediáticas sobre la recuperación del margen salarial del Barça, la maniobra final de Joan Laporta para salir de caza a por Nico Williams, Dani Olmo y hasta Mikel Merino, van bastante por delante que la realidad. La prensa, teledirigida astutamente desde el entorno comunicativo de la junta, ya ha avanzado que el cierre de diferentes operaciones y el uso de las ventajas financieras que LaLiga está poniendo a su disposición, para aliviar la presión de la morosidad dominante en la economía, son elementos en juego más que suficientes para ponerse al día y resurgir como un gigante en el mercado para reforzar el equipo de Hansi Flick. O sea, que el Barça de Laporta, si hay que hacer caso de algunos detallados informes periodísticos sobre las soluciones de fácil aplicación que están a su alcance, ya no tiene en frente los obstáculos que frenaban su ambiciosa y expansiva política de refuerzos previstos para esta temporada a punto de empezar.

En cambio, tras la última reunión de la junta de Laporta, ese colectivo en el que un bando escribe cartas anónimas a los medios sobre la toxicidad y de los directivos más cercanos al presidente en asuntos propios del club y en las juergas, no ha trascendido ni se ha hecho pública la ejecución o la eficiencia de ninguna de estas medidas salvadoras. Nada de nada, un día después de que el Real Madrid publicase sus resultados económicos, sólidos y consistentes, de la temporada 2023-24.

En el Barça, si todo va como el año pasado, con la junta de Laporta dando pasos angustiosos y desesperados, probablemente fuera la normativa e infringiendo un puñado de reglas contables y financieras, no se conocerán las cuentas hasta poco antes de la asamblea que, como muy tarde, debe celebrarse antes de finales de octubre.

La primera conclusión es que si no se filtran o no se dan por oficiales los números del ejercicio cerrado es porque no son tan positivos ni tan solventes como para presumir de ese balance, y porque, eso también consta, la directiva de Laporta sigue requiriendo a LaLiga y a su auditor para que le permita retrasar operaciones y/o camuflarlas con la finalidad de aparentar que son tan estupendas como las promesas de Laporta a la hora de fichar a los cracks de moda del fútbol europeo.

Según los medios «el FC Barcelona va resolviendo sus deberes. Para empezar, Lamine Yamal y Pau Cubarsí ya están inscritos como jugadores del primer equipo. Para lograrlo, la entidad se acogió al artículo 73 de LaLiga, que permite la inscripción de talentos cuyo valor de mercado se ha incrementado de forma considerable en un plazo corto de tiempo debido a una meteórica irrupción. Pero aún quedan más deberes para alcanzar la normativa del 1:1 que permitirá inscribir a jugadores como Iñigo Martínez y afrontar el mercado de fichajes con Nico Williams, con una cláusula de 58 millones, como gran objetivo. El mercado finaliza el 1 de septiembre y el optimismo impera en los despachos del Camp Nou y LaLiga. El Barcelona sigue con el límite salarial excedido y con la palanca de los 60 millones de Libero pendiente. Pero aplicando las siguientes fórmulas, podrá sanear sus cuentas y operar con normalidad».

Este es el contexto que repiten los periódicos desde hace semanas sin que por ahora se haya visualizado ese click que habría de dejar atrás el bloqueo del margen salarial que Laporta no ha podido resolver en meses por culpa de la morosidad derivada de la frustrada venta de Barça Studios. Es más, la junta no ha tenido otra alternativa que renovar recientemente un aval personal de 20 millones para sostener, al menos, la plantilla sin más bajas ni limitaciones.

No sería precisamente un indicio que avale el relato oficialista que admite un descenso de 30 millones sobre los ingresos de Montjuic, compensados por nuevos ingresos comerciales y una reducción del gasto en salarios estimado en 25 millones sobrepuesto a la machada de haber rebajado la masa salarial anterior de 660 millones a 525 millones. Lo que no se explica es que, realmente, sobre los gastos presupuestados, el Barça se ahorró las primas por ganar la Liga de la misma forma que, por otro lado, se pierden los bonus de los patrocinadores por el mismo motivo. Por tanto, no solo hay que registrar un ahorro, que es cierto, también se produce un impacto de regresión en los ingresos consecuencia de no ganar un solo título la temporada pasada.

Otro fenómeno que desorienta y desvirtúa la realidad económica azulgrana radica en que cada medio ofrece una versión distinta sobre como se rellena el agujero de Barça Studios. La Vanguardia, por ejemplo, sostiene que «a pesar de no haber recibido los 40 millones de Libero por su parte del pastel de Barça Vision, el club terminó el curso con una cuenta de resultados positiva de 10 millones. Para subsanar la deuda, el club hizo valer dos elementos. En primer lugar, las ventas de Kessié y Dembélé. También se ahorraron parte del sueldo de Ansu Fati, cedido al Brighton, y rescindiendo a Umtiti, al que se le dio la carta de libertad». En cambio, Culemanía, citando también fuentes fidedignas, defiende otra artimaña: «La solución a la delicada situación económica del FC Barcelona está muy cerca de ser una realidad. Si no ocurre nada (más) extraño, antes de que acabe el mes de julio será oficial la nueva estructura de Barça Vision, nombre comercial de la más conocida como Barça Studios, el negocio audiovisual del club azulgrana. La junta directiva de Joan Laporta ha negociado un cambio de accionistas para la sociedad Bridgeburg Invest con el objetivo de reemplazar a los socios iniciales por unos nuevos que se hagan cargo de sus compromisos de pago y no escurran el bulto. La decisión del club es clara: para evitar más problemas de impagos hay que renovar completamente la estructura societaria. Entrarán accionistas que den garantías de pago reales y saldrán prácticamente todos los que están en la estructura actual. El Barça ha ido a buscar sociedades solventes y de mucha confianza, como son sus principales patrocinadores: Nike, Spotify y Ambilight TV. Además, se prevé la entrada de un cuarto sponsor como accionista, aunque todavía no está confirmada». Podría referirse a la misteriosa sociedad Vestigia, que aportó 20 de los 60 millones impagados, o no comprometidos, de Orpheus Media y Socios.com, locos por encontrar a quien colocarle su paquete de acciones.

No queda claro, tal y como lo explican unos y otros, si con esta maniobra alcanza para cubrir solo los 40 millones pendientes del año pasado o también los 60 millones vencidos el 15 de junio pasado. Una tercera fuente directa de la junta no recurre a ninguna de estas dos alternativas, simplemente afirma que LaLiga aceptará no aprovisionar los 40 millones porque media una demanda del Barça a Libero y porque también ha solicitado un plazo extra de cumplimiento de los 60 millones hasta el 1 de septiembre, cuando acabe el mercado.

Y, finalmente, el Barça, de acuerdo con la versión de La Vanguardia, se ha beneficiado de las ventas de Chadi Riad y Marc Guiu, 15 millones, a la espera de lo que obtenga por Lenglet y de los 10 millones ahorrados por regalar a Dest que, junto con la prórroga del aval directivo hasta finales de agosto, LaLiga considera suficiente para saldar la deuda de los 40 millones de Barça Studios.

Sin contar, claro está, con el signing bonus de Nike, de 100 millones, y las ventajas aprobadas por LaLiga favorables a los equipos que, como el Barça, están reformando sus estadios beneficiándose de un máximo del 5% de su cifra de negocio, que en el caso del Barça son unos 40 millones de ahorro, en el cómputo del margen salarial, cifra que se descontará cuando terminen las obras el curso 2026-27. Laporta, además, ahora sí quiere blandir ante LaLiga que registró pérdidas covid por 110 millones -va subiendo- para aprovechar «la norma que solo se puede reducir como máximo otro 5% de la cifra de negocio por sus pérdidas. En el caso del Barça, se ahorra otros 40 millones, que deberá devolver en más años».

La verdad, no se explica que, con todos estos cálculos, ventajas e ingresos que triplican la deuda problemática que ahoga al Barça, hoy en día Laporta siga con el margen salarial bloqueado, una parte de la plantilla permanezca a la espera de su inscripción y no haya podido volver a la regla del 1:1, escenario idílico en el que podrá empezar a vender jugadores para poder comprar a Nico Williams, Dani Olmo y Mikel Merino. Curioso que, complementariamente, el mismo medio, La Vanguardia, aunque en otra sección, la de economía, haya publicado que la junta negocia un préstamo de 100 millones por la necesidad y la urgencia de una tesorería desertizada. Misterios.

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