Víctimas de abusos sexuales han acusado este martes al Parlamento de Cataluña de llevar a cabo un acto de «violencia institucional» y «retraumatizar» a las víctimas con la concesión de la Medalla de Oro en la Abadía de Montserrat. Lo ha dicho Enric Soler, víctima de abusos por parte de un miembro de esta institución, tras registrar una carta en la que piden a la Mesa reconsiderar esta decisión.
«La Abadía puede haber hecho muchas cosas, pero una de las que también ha hecho es ser la zona cero de la crisis de la pederastia clerical en el país«, ha dicho Soler en rueda de prensa. Los impulsores de la carta han anunciado que si la cámara catalana no reconsidera la situación y acaba entregando la medalla, protestarán con una cacerolada a las puertas del Parlamento catalán el 10 de septiembre, día de entrega de las medallas, recoge la ACN.
Soler ha insistido en que dar esta medalla supone «premiar conductas profundamente peligrosas para el bienestar de la infancia» y envía el mensaje a las instituciones de que si son poderosas y con buenos contactos políticos «pueden hacer lo que les dé la gana». Ha lamentado también que «siempre se protege a la institución» y se silencia a las víctimas, enviándoles el mensaje de «yo no te creo». Además, ha añadido que la decisión hace «retroceder 50 años» y ha aseverado que en Cataluña existe una «dictadura nacionalcatólica independentista catalanista» en la que se mantiene el hermanamiento con el poder eclesiástico.
A Soler le ha acompañado otra víctima, Miguel Hurtado, que ha asegurado que nunca se había sentido «tan violado» por una institución como por la Mesa del Parlamento de Cataluña con esta decisión. Ha afirmado que hay muchas vidas destrozadas por esta lacra y que lo que ocurría en la iglesia «lo sabía todo el mundo». «En estos momentos están abusando de niños en campamentos de verano y nosotros estamos aquí», ha aseverado.
Los impulsores de la carta esperan, «al menos», una respuesta por parte de la Mesa, aunque Soler ha lamentado que quizás no llega ni eso, tras mostrar su decepción por el hecho de que este lunes, cuando se ha conocido que pedirían a la cámara rectificar, nadie les llamó para saber cómo estaban.
Tanto Hurtado como Soler han considerado que el Parlamento catalán se «cargó» su credibilidad y han rechazado las palabras o los actos de homenaje a las víctimas de abusos sexuales si mantienen la medalla. Por último, Soler ha lamentado que las víctimas «molestan» porque cuestionan el statu quo y ha añadido que el objetivo es «borrarlas de la historia».
