Este verano también encierra buenas perspectivas para Jorge Mendes, el intermediario de futbolistas que el año pasado fue la estrella del cierre del mercado vistiendo de azulgrana a dos de sus ‘joyas’, João Cancelo y João Félix. Ambos se fueron a la Eurocopa sin vaciar sus respectivas taquillas de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí, ahora siguen aún de vacaciones y su inmediato futuro depende de que Joan Laporta sea capaz de convencer a Hansi Flick de la necesidad de mantenerlos a bordo y también de encontrar fórmulas y recursos con los que negociar su traspaso o una cesión con el Manchester City y At. Madrid, sus respectivos propietarios. De fondo, sin embargo, el pescado gordo y fresco que le espera a Jorge Mendes es la mejora de contrato de Lamine Yamal firmado con 16 años el 2 de octubre de 2023 y válido hasta el 30 de junio de 2026 con una cláusula de salida de 1.000 millones.
Ya han empezado a circular rumores e informaciones que apuntan en esa misma dirección, a la necesidad de blindar ese acuerdo con un incremento de la ficha y de las variables, verdaderamente a la altura de su nuevo rol en el fútbol mundial tras haberse convertido en el jugador revelación del año y líder del ataque del equipo español que viene de proclamarse campeón de Europa.
Alguna portada ya ha insinuado que desde el club existe la predisposición a adoptar las medidas necesarias para que Lamine no sienta en ningún momento que el Barça no le valora como debe después de haberse convertido en el futbolista cuyo precio de mercado más se ha incrementado en los últimos meses. En la última actualización post Eurocopa de Transfermarkt, la web especializada en valores de mercado le ha otorgado una nueva tasación de 120 millones, convirtiéndolo en el jugador más ‘caro’ del FC Barcelona y en el octavo del mundo, solamente por detrás de Bellingham (180 millones de euros), Mbappé (180), Foden (150), Saka (140), Musiala (130), Wirtz (130) y Rodri (130). Hace sólo unos meses, Lamine figuraba, empatado con Gavi, con un valor de 90 millones, 30 menos que ahora tras brillar en la Eurocopa. Gavi sigue en el segundo puesto del escalafón azulgrana por encima de Pedri (80M), Araujo (70), De Jong (70) y Raphinha (50).
Lamine ha superado también en ese otro ranking internacional a Nico Williams, quien también ha avanzado posiciones y ha pasado de los 60 millones al acabar la temporada hasta los 70 millones después de la Eurocopa.
En este juego que recién acaba de empezar, Jorge Mendes tiene las cartas marcadas, la ventaja infinita de controlar a la figura emergente del fútbol mundial, que le arrebató a Iván de la Peña base de llenarle los bolsillos a sus padres, y también que ni Joan Laporta ni el Barça pueden permitirse el lujo de que su continuidad como azulgrana sea puesta en duda, y mucho menos por dinero.
Se diría incluso que el propio Laporta, amigo personal de Mendes y de lo que surja entre ambos en el ámbito de los negocios alrededor del fútbol, ha preparado esa trampa de oro en la que se siente agradablemente atrapado. El primer paso lo dio cuando afirmó que “no venderemos a Lamine Yamal ni por 250 millones” cuando aún no había explotado con la selección ni, por desgracia, había podido hacer algo más en la funesta temporada pasada en el Barça. Sólo le dio para consolidarse como titular en la delantera y allanar su camino triunfal hasta la final de la Eurocopa.
Laporta, además, no solo ha inflado el globo de Nico Williams, también el de Dani Olmo, porque es el jugador que le ha propuesto el nuevo entrenador, Hansi Flick, enviando al mundo un mensaje inequívoco de que el FC Barcelona, por más que nadie vea esos brotes verdes de los que el presidente habla sus ensoñaciones y arrebatos de euforia, está en condiciones de tirar la casa por la ventana y fichar a ambos.
La ecuación se resuelve por sí sola, pues subiendo la cotización de Williams y de Olmo, acaben llegando o no a Montjuic o al Spotify, la actualización de la nómina de Lamine Yamal, que no será barata por razones obvias, caerá por su propio peso. Lamine Yamal, o sea Jorge Mendes, gana también en el caso contario, pues si al final ninguno de los dos aterriza en Barcelona el mimo y el reconocimiento al jugador que ahora mismo es la estrella de la marca Barça serán aún de mayor exigencia y necesidad.
Laporta puede ir preparando otra buena saca de billetes para que tanto Lamine como Mendes no se pongan nerviosos viendo como la Eurocopa revertirá seguro en beneficio de Williams, venga al Barça o se quede en San Mamés con una mejora de contrato, y en el de Dani Olmo, por el que suspiran varios equipos de primera fila europeos.
La estrategia de Mendes está muy clara, solo debe limitarse a esperar acontecimientos, dejarse llevar por las convulsiones laportistas del verano y, en todo caso, ir recordándole al presidente azulgrana que estará de mejor humor si el Barça le soluciona el futuro de los ‘Joao’, cuya cotización ha ido a la baja a pesar de disfrutar un año entero del escaparate azulgrana. Lo poco que se filtra desde el entorno de Deco, figura que también le debe obediencia y servilismo a Jorge Mendes, es que João Cancelo puede seguir siendo necesario para Flick por su polivalencia en un vestuario donde las lesiones abundan y condicionan demasiado el día a día. En cuanto a João Félix, que apenas tiene mercado por su elevado precio pese a sus indiscutibles cualidades, es un jugador predilecto de Laporta y acaso útil para Flick como competencia para Lamine Yamal y Nico Williams si, como se atisba en el horizonte, será preciso sacrificar a Raphinha para hacer caja.
La conclusión es que, para rematar el mercado azulgrana de este verano, ya de por sí complicado, Laporta habrá que tener en cuenta y preparar aún más dinero para ese otro ‘fichaje’ imprescindible, el del blindaje de Lamine Yamal.
