Las denuncias puestas por la Guardia Urbana por venta ambulante irregular en las calles de Barcelona se han disparado este año hasta el punto de que ya han llegado a ser 23.218, casi el doble que las de todo el 2023, cuando se pusieron 12.959.
Son cifras facilitadas este miércoles por el teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, quien ha destacado que las denuncias desde 2022 -cuando se pusieron 10.845- han aumentado un 114%.
Batlle ha presentado las cifras a la Comisión de Presidencia y Seguridad del Ayuntamiento, donde se ha aprobado una proposición del PP que pedía destinar a más agentes de la Guardia Urbana a las zonas de la ciudad con mayor venta ilegal. El teniente de alcalde ha indicado que lo que plantea el PP «se aviene mucho a la actividad» que ya hace la Urbana.
«Hoy el top manta en Barcelona es una actividad residual», ha dicho Batlle, que ha contrastado la situación en la capital catalana con el fenómeno en ciudades como Roma o París. «El problema no se ha erradicado por completo, pero es un fenómeno absolutamente controlado y continuaremos haciendo una política de presión para que sea residual», ha añadido.
A su juicio, el Plan Endreça ya contempla disponer de más efectivos «allí donde hace más falta». Además, ha destacado que la actividad coordinada con otras policías les ha permitido ser «más eficientes».
La proposición del PP se ha aprobado en comisión con los votos favorables de los populares, PSC y Vox, y la abstención de Trias per Barcelona. En cambio, BComú y ERC han votado en contra.
