La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha denunciado este lunes en X que «hemos sufrido un ataque fascista», mostrando como evidencia que han aparecido cuatro banderas españolas pegadas en la entrada de una de sus sedes, presumiblemente durante la noche de celebraciones por la victoria de España en la Eurocopa.
«No nos van a intimidar. Seguiremos trabajando por la independencia, reactivando la movilización y denunciando un Estado español antidemocrático», ha añadido en el mismo mensaje la plataforma que preside Lluís Llach.
Sin embargo, esta denuncia no ha hecho fortuna entre algunos perfiles destacados del independentismo de la línea dura, que han reprochado a la ACN que ha banalizado el fascismo.
Por ejemplo, Anthony Corey Sánchez, que fue el rostro de las juventudes de Junts y ahora se posiciona cercano a Aliança Catalana, ha rechazado que se trate de ningún ataque fascista: «Esto no es un ataque fascista, es un acto vandálico españolista. Ya va siendo hora de que usemos correctamente los términos, que banalizar el fascismo es muy irresponsable!».
«Esto no es un ataque fascista, deje de llorar y de decir imbecilidades pandilla de ridículos», ha escrito Laura Ormella, que fue candidata de Primàries años atrás.
«Dejad de banalizar el fascismo y haced lo que se supone que debéis hacer, que es presionar a los partidos para que hagan la independencia», les respondió la columnista Pilar Carracelas, entre otros perfiles que han dirigido reproches similares a la ANC.
