El acuerdo entre el PSOE y Sumar para la derogación de la ley mordaza anunciado este martes por la vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, ha provocado la reacción de los socios de la investidura, que han advertido que no tienen ningún conocimiento de la propuesta del gobierno español y que mantienen las mismas peticiones que acabaron imposibilitando la aprobación de la reforma en 2023.
Podemos, ERC y Bildu reclaman que la reforma vaya acompañada de una prohibición de las pelotas de goma y las devoluciones en caliente, y Sumar ha advertido al PSOE que este tiene que ser un acuerdo «global» que incluya las fuerzas que confirmaron la mayoría de la investidura.
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