El ‘team’ azulgrana del City, atento a la oportunidad de regresar al Camp Nou

La posible sanción de la Premier por 115 infracciones financieras 'made in' Ferran Soriano, incluido el descenso, y la retirada de Pep Guardiola la próxima temporada facilitarían una operación retorno en la que Jaume Roures podría ser el aliado clave

Ferran Soriano - Foto: Manchester City

El barcelonismo debe permanecer atento y alerta a cualquier movimiento del Manchester City en el marco de su guerra abierta con la Premier, que promete agudizarse en unos meses y acabar en un conflicto de grandes magnitudes. Más allá del efecto mariposa que puede provocar una posible sanción ejemplar al actual campeón de la liga inglesa, existen, por razones obvias, indicios para sospechar que su estructura ejecutiva y deportiva, cien por cien de procedencia y metodología azulgrana, tiene un plan B para regresar a su punto de origen en Barcelona y desembarcar en el Camp Nou si las cosas se ponen lo bastante feas como para que ese ciclo ganador del City acabe reventando por culpa de la mala praxis financiera dirigida y orquesta por Ferran Soriano desde hace años.

Cuando menos esta es la grave acusación que pesa contra el Manchester City desde que el exvicepresidente del FC Barcelona entre 2003 y 2008 aterrizó en Manchester con el respaldo millonario e inagotable del holding Abu Dhabi United Group, la sociedad que controla el 81% del Manchester City, empresa privada propiedad del jeque Mansour bin Zayed bin Sultan, considerado un vehículo de inversión personal de la familia real de Abu Dhabi, cuya riqueza procede del descubrimiento de petróleo en su territorio en 1958 y del inicio de las exportaciones de crudo en 1962. La familia del jeque Mansour está considerada como una de las más ricas del planeta.

Precisamente, esta fortuna al servicio de la ambición desmedida y la soberbia de un personaje como Ferran Soriano, que ya tuvo un peso destacado en las pérdidas millonarias del Barça del primer mandato de Laporta y que posteriormente arruinó en un tiempo récord Spanair hasta su liquidación y desaparición, es la que ha provocado una investigación de la Premier por las sospechas de haber construido un coloso futbolístico como el City a base de dinero directamente procedente de la propiedad árabe y no de los recursos propios del club, como el ticketing, los patrocinios, el merchandising y los derechos de televisión, en su caso ilimitados a diferencia del resto de sus rivales, contraviniendo las normas y las reglas del juego.

Ferran Soriano ha canalizado a través de la cuenta corriente del City, pero con el dinero del jeque, una serie de fichajes millonarios -el último Haaland- que a lo largo de los años han establecido claramente diferencias en cuanto a potencial deportivo, resultados y títulos, finalmente con un balance superior al de los clubs a los que no se les ha permitido este abuso sistemático de financiación bastante por encima de sus posibilidades. Años atrás, la propia UEFA, con base en las filtraciones de documentos de Football Leaks, ya sancionó al City por ese dopaje financiero prohibiéndole participar en la Champions, sanción de la que se libró por la prescripción de las infracciones.

Ahora ha sido la Premier la que, con información propia, ya ha establecido que el Manchester City ha cometido hasta 115 irregularidades en sus balances y obligaciones con el estatuto de la liga inglesa y su necesario cumplimiento. Fruto de su investigación el regulador ya ha propuesto sanciones de extrema gravedad en base de 54 cargos por no proporcionar información financiera precisa entre las temporadas 2009-10 y 2017-18, otros 14 cargos por no proporcionar información precisa sobre los pagos a jugadores y entrenadores de 2009-10 a 2017-18, 5 cargos más por incumplimiento de las normas de la UEFA, incluido el fair play financiero (FFP) entre 2013-14 a 2017-18, hasta 7 cargos por infringir las reglas PSR (normas de sostenibilidad) de la Premier League de 2015-16 a 2017-18, y, finalmente, 35 cargos por falta de cooperación con las investigaciones de la Premier League de diciembre de 2018 a febrero de 2023.

La Premier, siguiendo su modus operandi, ha elevado sus conclusiones a un tribunal independiente con la pretensión de convencerlo para que aplique, en función de la gravedad de los hechos, los castigos previstos. El precedente fue una sanción al Everton de 10 puntos en la liga 2023-24, que apelación redujo a 6 puntos, también por desórdenes en sus cuentas, reflejados en un gasto excesivo y en unas pérdidas también por encima de lo que permite la Premier. Comparativamente, el volumen de transgresiones atribuidas al equipo de Liverpool son infinitamente menos que las detectadas en el City, que ha contratado al mejor y más caro bufete de abogados (5.000 libras la hora) con la finalidad de salir indemne de este atolladero.

A Ferran Soriano, como consiguió en su día ante el TAS en el pleito contra la UEFA, le importa poco demostrar la inocencia del Manchester City, pues los delitos son flagrantes, solo pretende demorar, entorpecer y embarullar este proceso judicial para seguir con sus chanchullos todo el tiempo que pueda. El juicio previsto para noviembre de este año viene precedido, además, por una maniobra de ataque directo del propio club inglés contra la Premier, precisamente, y contra su regla APT (associated party transaction) que intenta garantizar que la competitividad en la liga se mantenga evitando que los clubes aumenten sus ganancias a través de acuerdos con compañías relacionadas con la propiedad. En el City, cuatro de los 10 patrocinios más importantes del club tienen relación con Emiratos Árabes Unidos, mismo origen que Mansour bin Zayed, dueño del 80% del City Group: Manchester City, Girona FC y New York City FC, entre otros.

Una batalla legal que, de acuerdo con el criterio de algunos expertos legales, podría acabar en el descenso del City como castigo.

Ante este panorama, un indicio de que el team azulgrana podría estar preparando las maletas ante un eventual descalabro de este calibre, es que su principal figura y referente, Josep Guardiola, ya ha anunciado su más que probable adiós al banquillo al final de la temporada 2024-25, verosímilmente cuando se formalice el veredicto de su caso judicial. Su liderazgo indiscutible podría forzar que con su retirada otros hicieran también las maletas y, con ellos, quién sabe si el propósito de preparar el asalto al Camp Nou, también con el respaldo financiero de su jeque preferido, Mansour bin Zayed. En Cataluña, contarían además con una pieza de enganche clave como puede ser Jaume Roures, ahora fuera de Mediapro, que sigue apareciendo en los espacios mediáticos que más le conviene, repitiendo esa idea de vender el 25% del Barça a un patrocinador que se beneficie de esta posición y de esta alianza sin que, necesariamente, el socio pueda perder del control de la gestión. Nadie puede poner en duda que Ferran Soriano sigue ambicionando ser algún día presidente del Barça y que la llave, de un modo u otro, puede ser Guardiola. Eso, siempre dejando -como antes en el propio Barça, luego en Spanair y ahora en Manchester- mucha tierra quemada, la especialidad de los grandes especuladores financieros.

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