El jefe de la oficina del expresidente Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, es una persona clave en los contactos entre la cúpula independentista y el Kremlin. Por eso, su testigo es del máximo interés para el juez JoaquínAguirre, que instruye el caso Volhov. Además, se le considera uno de los organizadores de Tsunami Democràtic, y por eso lo investiga el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón. Todavía tiene una tercera causa abierta, por derroche de dinero público, por un viaje que hizo a la colonia francesa de Nueva Caledonia, en 2018, que está pendiente de juicio.
A comienzos del mes de febrero pasado, Carles Puigdemont explicó por X que su íntimo colaborador había sufrido una hemorragia cerebral, que lo apartaba de la actividad pública, a pesar de que se estaba recuperando. Después de tres meses en silencio en las redes sociales, en vigilias de las elecciones del 12-M, Josep Lluís Alay escribió tres tuits para pedir el voto por Puigdemont y anunciaba su inminente retorno a la primera línea. Este día 22, Josep Lluís Alay estaba citado a declarar por el caso de Tsunami Democràtic. Pero ha alegado que está enfermo y el juez ha pospuesto su comparecencia.














