El pasado 25 de abril se cumplieron 50 años de la Revolución de los Claveles, aquel golpe de Estado que una serie de militares portugueses llevaron a cabo contra Salazar, el dictador que tenía atemorizado al país. Diferentes oficiales estaban coordinados desde varios puntos y, claro, necesitaban una señal para ponerse manos a la obra a la vez sin ser descubiertos previamente por sus superiores ni por los altos mandos. La emisión por una radio concreta de la canción Grândola, Vila Morena desencadenó los hechos que llevaron a aquellos soldados a devolver la democracia a la ciudadanía.
Grândola… era un tema compuesto por José Afonso, varias piezas del cual fueron censuradas por el régimen salazarista. La elección de Grândola… no fue casual, puesto que entre sus estrofas estaban las palabras «fraternidad», «igualdad» o «compañero», palabras republicanas vinculadas al progresismo, guiños a una población que vivía sin libertad.
A pesar de que la historia nos ha dado varias canciones relacionadas con movimientos populares, como por ejemplo La Marsellesa, barco insignia de la Revolución Francesa; Bella Ciao, enjarje al antifascismo italiano; A las barricadas, vinculada al anarquismo; La Internacional, himno de los socialistas y de los comunistas; o El pueblo unido jamás será vencido, de la oposición chilena a Pinochet; Grândola… tiene la grandeza de dar el pistoletazo de salida a una liberación como aquella. Nunca una composición musical ha estado tan y tan unida a un hecho concreto, acontecido un feliz 25 de abril de 1974; y cinco décadas más tarde seguimos guardando un gran recuerdo y la cantamos y escuchamos con alegría y con emoción.