Ha llegado el momento de decir BASTA. No nos podemos quedar callados ante el acoso y derribo personal que la derecha en España está intentando perpetuar en nuestro panorama político. Y no viene de ahora, viene de meses y años atrás, con distintos colores políticos, pero con el mismo objetivo: deslegitimar la voluntad popular. Una voluntad popular que se resume en democracia. Una democracia que se está viendo atacada en los últimos años por culpa de una derecha rancia que solo se dedica al combate y no a la defensa de los ciudadanos de nuestro país.
Somos un ejemplo a nivel europeo de economía, de generación de ocupación, de lucha por un salario mínimo digno, de lucha por la igualdad, de apuesta por la educación, de un incremento de becas, de justicia social… Todo esto, unas victorias que suman y dignifican a la gente, aunque algunos no lo vean así.
Es alarmante la deshumanización, el insulto y la descalificación que está perpetuando la derecha en este país. Hemos visto llegar a evocar a la inquisición y a las más grandes figuras de odio en la puerta de Ferraz, el odio y el barro que tantos y tantos quieren abocar sobre nuestra sociedad para destrozar la legitimidad democrática. No lo podemos permitir.
Tengo 24 años y todavía recuerdo cuando escuché por primera vez a Pedro Sánchez. Era 2015, un joven valiente, con ganas de cambiar las cosas y de frenar al Partido Popular, quien a mí y a otros muchos nos animó a entrar en política para intentar mejorar la vida de las personas. Por eso estamos aquí, por eso estoy aquí. Estamos con Pedro, no de ahora, sino desde siempre, en las primarias, en las victorias y en las derrotas. Somos gente de izquierdas, somos demócratas y sobre todo, somos PERSONAS.