Las contenciones mecánicas en las prisiones catalanas se han incrementado, casi hasta duplicarse, en los últimos años, según datos oficiales recopilados por el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos (OSPDH) de la Universidad de Barcelona (UB), que ha señalado que esta práctica pasó de 576 a 960 casos entre 2017 y 2022.
Mientras que en 2017, 366 contenciones fueron de carácter sanitario o psiquiátrico, y 210 fueron de carácter disciplinario o regimental, en 2022 las sanitarias ascendieron a 634 y las regimentales a 329. Así, la tasa de contenciones por cada 100 presos se ha casi duplicado en estos seis años, pasando de 6,68 a 12,35. En cambio, en el resto de España se han reducido considerablemente.
Por eso, la OSPDH ha pedido al Departamento de Justicia de la Generalitat medidas urgentes para revertir las cifras y el director del observatorio, Iñaki Rivera, espera que el Subcomité de Prevención de la Tortura de la ONU y el Comité de Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa, receptores del informe, recomienden la adopción de medidas, difunde la ACN.
Según este trabajo, presentado este lunes en la Facultad de Derecho de la UB, las prisiones catalanas con más contenciones estos años han sido la de Joves, en la Roca del Vallès, con 37,5 inmovilizaciones por cada 100 reclusos y año, y la de Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat), con 27, un centro con una unidad psiquiátrica, factor que hace incrementar el número de contenciones. El resto de prisiones tuvieron tasas entre 7 y 15, mientras que la de mujeres de Wad-Ras solo tuvo 1,10.
En Cataluña, donde hay unos 8.000 presos, en el total de centros penitenciarios, el 37% de las contenciones se practican en los departamentos de régimen cerrado y aislamiento, y el 33% en espacios de salud. Según datos provisionales de 2023, las contenciones descendieron ligeramente a 923, añade la misma información citando datos del informe.