El primer informe sobre los casos de pederastia de la Iglesia, elaborado por el Defensor del Pueblo, cifra en unas 440.000 personas las víctimas de abusos sexuales en el ámbito católico. Los datos se han obtenido a partir de una encuesta que indica, concretamente, que un 1,13% de los adultos de España han sido víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia, es decir, por parte de laicos que trabajaban en las instituciones religiosas, y un 0,6% han sido víctimas de abusos cometidos directamente por parte de un religioso o sacerdote.
Esto significa, señala el informe, que las denuncias presentadas hasta ahora «no representan más que una pequeña parte de una realidad mucho más extendida». El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha entregado el escrito este viernes a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, después de que la cámara baja le hiciera el encargo hace aproximadamente un año y medio.
En la presentación del informe, Gabilondo ha destacado la voluntad de las instituciones religiosas de esconder los abusos sexuales y ha lamentado que, en vez de apoyar a las víctimas, trataron de «negar, ocultar y proteger a los abusadores», una conducta que el Defensor del Pueblo considera «predominante». Gabilondo, además, también ha destacado la «revictimización» que han tenido que soportar en muchas ocasiones las víctimas de abusos «a causa de la respuesta de la Iglesia católica, la sociedad y la administración de la justicia».
«Es necesario dar respuesta a una situación de sufrimiento y soledad que se ha visto cubierta por un silencio de quienes pudieron hacer más o de otro modo para evitarlo», ha manifestado el Defensor del Pueblo, que ha reclamado un fondo estatal de compensación para las víctimas.