Tic-tac, tic-tac, tic-tac… El reloj avanza inexorable y, cada vez más, se acerca la obligada jubilación del actual arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, Joan-Enric Vives, que cumplirá 75 años el 24 de julio del año próximo y cesará forzosamente en el cargo, que ha ocupado durante los últimos 20 años.
La compleja tarea que implica su figura como jefe de Estado del Principado –junto con el presidente francés Emmanuel Macron-, además de las responsabilidades inherentes a la administración de un obispado tan grande como el de Urgell, hacen que, antes de que formalice su renuncia al Vaticano, haya que nombrar un obispo coadjutor de la diócesis. El propio Joan-Enric Vives fue nombrado obispo coadjutor de Urgell el 25 de junio del 2001 y asumió la sucesión del obispo Joan Martí Alanis un año y medio más tarde, el 12 de marzo del 2003.
Antes de Navidad
Después de muchos meses de dudas y rumores, parece que el nuevo obispo coadjutor de Urgell –y, por consiguiente, futuro obispo y copríncipe de Andorra in pectore- será nombrado, finalmente, por el Vaticano antes de la próxima Navidad. Estas son las previsiones que hacen las fuentes eclesiales de toda solvencia consultadas por EL TRIANGLE.
Las mismas fuentes aseguran que el arzobispo Joan-Enric Vives ya ha hecho llegar al nuncio del Vaticano en España y Andorra, Bernardito Auza, su terna de candidatos para que uno de ellos pueda ser designado obispo coadjutor de Urgell. Sin embargo, la decisión final corresponde al Papa Francisco, que, si bien no es habitual, podría escoger otro prelado.
Los tres candidatos
La terna que, según las fuentes consultadas por EL TRIANGLE, ha presentado el arzobispo Joan-Enric Vives es:
- Antoni Elvira, párroco de Encamp, vicario episcopal, canónigo de la catedral de la Seu y delegado de catequesis. Quizás éste sería el perfil más próximo a la visión de la Iglesia que tiene el Papa actual.
- Ignasi Navarri, vicario general de la diócesis y rector de la catedral de la Seu. Ha sido muchos años rector del seminario diocesano de Urgell y es la mano derecha de Vives en la diócesis. También fue nombrado misionero de la Misericordia por el Papa Francisco, junto con Antoni Elvira.
Como hándicap, Ignasi Navarri tendría en su contra que quizás no es muy próximo a la línea del Papa actual. Sería de un sector más conservador. Además, está involucrado en la tragedia de la mortandad de 64 abuelos durante la pandemia de la covid, en la residencia Fiella de Tremp, que dirigía su hermana. Pero, de los tres candidatos, es quizás el que mejor conoce la diócesis. - Norbert Miracle sería el último de la terna presentada por el arzobispo Joan-Enric Vives al nuncio del Vaticano. De los tres sacerdotes, Norbert Miracle es el único que no es de la diócesis pirenaica y procede de la diócesis de Tarragona. Ha sido durante 13 años rector del seminario interdiocesano de Cataluña y también subsecretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense, donde era la mano derecha de Vives. Es canónigo de la catedral de Tarragona y profesor de la facultad de Teología de Cataluña. Actualmente, ejerce su ministerio sacerdotal como rector de la parroquia en la localidad tarraconense del Vendrell.
Entre los puntos conflictivos de Norbert Miracle está su conocida postura política nacionalista, aunque pasa por ser un “moderado”. También, su mala relación con muchos obispos catalanes por su proximidad a Joan-Enric Vives. Esto hace que muchos obispos no se fíen de él, puesto que lo ven como el “espía” de Vives. Por estas razones, Norbert Miracle ya ha estado en ternas episcopales anteriores, pero en ninguna ha podido salir nombrado como obispo. Por eso Vives, como un último cartucho para agradecerle los servicios prestados, lo ha metido en la terna de Urgell.
La visita de Pietro Parolin
Normalmente, en esta clase de nombramientos, la propuesta del obispo que envía la terna suele ser tenida en cuenta por el Vaticano. Pero ya sabemos que, en su última etapa, Joan-Enric Vives ha estado vinculado a diferentes escándalos (Casa de Santiago, Seminario del Pueblo de Dios, la herencia de Maria Maestre…) y, sobre todo, que el Papa Francisco nunca ha visto con buenos ojos que el obispo de Urgell sea jefe de Estado.
En este delicado contexto, se ha anunciado la próxima visita del secretario de Estado del Vaticano (el equivalente al ministro de Asuntos exteriores), Pietro Parolin, a Andorra, los próximos días 7 y 8 de septiembre, coincidiendo con las festividades de Meritxell, que presidirá. A buen seguro, el nombramiento del futuro obispo coadjutor de Urgell, la sucesión del polémico Joan-Enric Vives y la continuidad del coprincipado episcopal –condicionada por la despenalización del aborto en Andorra- planarán en las conversaciones que Pietro Parolin mantenga con las autoridades del país. Tic-tac, tic-tac, tic-tac…