La Generalitat gastará 900.000 euros y movilizará a 1.343 trabajadores para vigilar la repetición de las oposiciones fallidas de finales de abril, subcontratadas en la empresa Cegos el 29 de abril.
La primera de las pruebas se realizará el sábado 1 de julio con la convocatoria de agentes rurales, ejecución penal y laborales transversales donde concurrirán 3.648 aspirantes. Estos exámenes coincidirán con las pruebas extraordinarias de docentes. El sábado siguiente se completará la prueba con 9.886 aspirantes y 1.344 plazas en juego.
Funció Pública ha asegurado que ha habido un esfuerzo importante para preparar las pruebas y ha avisado de que controlará las entradas y salidas, el uso de móviles y decreta que sólo se podrá ocupar el 50 por ciento de las aulas.
El Govern dejó sin efecto las pruebas del concurso oposición de estabilización y acordó volver a realizarlas tras constatar «irregularidades graves durante la realización de los ejercicios» consecuencia de la falta de cumplimiento de la empresa subcontratada para supervisarlas, Cegos.
Los aspirantes denunciaron retrasos generalizados, carencia de exámenes, clases apretadas, violaciones de anonimato y diversas incidencias que provocaron la cancelación de alguno de los procesos in situ.