Los turistas que han subido este martes por la noche a las baterías antiaéreas del Turó de la Rovira, para contemplar las vistas de Barcelona, tuvieron que abandonar el recinto, que el Ayuntamiento ha cerrado por primera vez a las 19:30 horas, desalojados por la Guardia Urbana.
Sin embargo, como habían alertado a los vecinos cuando se anunció que se instalarían vallas para evitar las fiestas en la zona, numerosos turistas se han quedado en los alrededores. Muchos de ellos no sabían que a partir de este martes se cerraba el espacio hasta la mañana y algunos han saltado la valla, como ha mostrado TV3.
El Consell Veïnal del Turó de la Rovira ha ironizado, considerando un «gran éxito» y «otro acierto» de la gestión de la concejala del distrito de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, la instalación de las vallas. «Sólo ha sido necesaria hora y media para demostrar lo que hemos denunciado desde el principio», han añadido.
Según los testimonios recogidos por Betevé, algunos vecinos se muestran contrarios a lo que para ellos es una privatización del espacio público, si bien también los hay que valoran la medida puede facilitarles el descanso.