La consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret, ha defendido este miércoles ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que no cometió ningún delito por organizar el referéndum del 1-O. En su juicio por desobediencia al Tribunal Constitucional (TC), la también exconsejera de Agricultura ha declarado que obedeció «el mandato democrático» del Parlamento catalán sobre el 1-O ante los requerimientos del TC.
Durante la declaración, Serret se ha limitado a responder una pregunta de su abogado, Iñigo Iruin, y ha mantenido la convicción de que el derecho a la autodeterminación de Cataluña es un derecho político y que el proyecto independentista es «legítimo». Además, ha defendido que el 1-O «no fue delito» porque «votar no es delito».
La consejera ha sostenido que en Cataluña hay un «conflicto político de raíces democráticas» que vivió una «escalada» a raíz de la sentencia del TC contra el Estatuto de 2010, y ha asegurado que el conflicto «solo se puede resolver con una negociación democrática y política».
El juicio ha quedado visto para sentencia, y ahora el TSJC tiene que decidir si aplica a Serret alguna condena. La Fiscalía pide para la consejera un año de inhabilitación y 12.000 euros de multa por un delito de desobediencia grave.