El ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, ha justificado este martes la infiltración de un miembro de la policía española en los movimientos sociales de Barcelona por la necesidad de «prevenir la comisión de delitos» y «generar los datos y la información necesaria para garantizar la seguridad de todos». «Vivimos en una democracia no militante», ha dicho, y ahí «no se persiguen las ideologías o las ideas», sino «hechos».
Según Marlaska, la actuación de los miembros del Cuerpo Nacional de Policía «siempre» se adecua a la legalidad, y tiene como objetivo «garantizar el ejercicio de nuestros derechos y libertades» y «generar el espacio para que todo el mundo pueda decir lo que quiera y vivir cuanto sea más feliz».
El ministro del Interior hizo estas manifestaciones en respuesta a una pregunta del senador de Más Madrid Pablo Gómez Perpiñán, que le reprochó la infiltración durante tres años del agente del Cuerpo Nacional de Policía en movimientos sociales de Barcelona.
El agente mantuvo varias relaciones con mujeres que ahora han presentado querellas contra él y contra el Ministerio del Interior por delitos de abusos sexuales, contra la integridad moral y el impedimento del ejercicio de derechos cívicos.